Uno de cada tres países no ha tomado ninguna medida para ayudar a los estudiantes a recuperar el ritmo escolar anterior a la pandemia, según releva, el martes 13 de julio pasado, un nuevo informe internacional que hace balance de las medidas sanitarias en el ámbito educativo en 142 países.
La encuesta sobre la educación nacional frente a los cierres fue elaborada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
Menos de un tercio de los países de ingresos bajos y medios informaron de que sus estudiantes habían vuelto a la enseñanza presencial, lo que aumentó el riesgo de pérdida de aprendizaje y abandono, alerta este trabajo, realizado entre febrero y mayo de este año.
«Queremos que la educación sea la primera prioridad en la agenda común», afirmó este martes la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, quien declaró que las escuelas deben ser «el primer lugar en abrir y el último en cerrar».
Muchos países mejoraron las normas de seguridad e higiene en los centros educativos, pero el 28 por ciento anuló varios exámenes en el primer ciclo de secundaria y el 18 por ciento en el segundo, apunta el estudio, el primero en el que colaboraron estas organizaciones internacionales.
En 2020, las escuelas de todo el mundo estuvieron cerradas por completo durante una media de 79 días lectivos, es decir, alrededor del 40 por ciento del total de días lectivos de media en los países de la Ocde y del G20.
El informe se presentó en la Reunión Mundial sobre la Educación 2021, en la que 90 ministros de todo el mundo apostaron por más cooperación y multilateralismo en materia de educación para combatir las consecuencias de la pandemia, y respaldaron la propuesta de la Unesco sobre la mejora de los mecanismos globales.
La ministra de Educación Nacional colombiana, María Victoria Angulo, que habló en nombre de América Latina y el Caribe, admitió que la pandemia «profundizó las desigualdades» en su continente, y tildó esta época para la educación como «la más desafiante» hasta el momento.
Su homólogo francés, Jean-Michel Blanquer, aseguró que los valores de la educación son comunes y que es necesaria «una visión mundial de la educación, aunque haya competencias nacionales».
El informe también señala que en algunas regiones apenas se revisaron las políticas de acceso, especialmente para las niñas, y que las mujeres adolescentes de los países de ingresos bajos y medios son las que corren más riesgo de no volver a la escuela.
«Francia está a favor de la educación en el mundo, y por eso dedica 100 millones anuales a ellos», subrayó Blanquer, quien aseguró que «la prioridad de este país (donde se celebrará la próxima sesión mundial en educación) es centrarse en los más frágiles, en las niñas y en las mujeres».
Fuente: eltiempo.com