Aprovechar y fortalecer el potencial de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes para poder hacer frente a los desafíos relacionados con el cambio climático.
La crisis climática, la degradación del medio ambiente y la biodiversidad son amenazas existenciales para la capacidad de los niños y niñas de sobrevivir y prosperar; además, dicha crisis, afecta negativamente el acceso a los servicios de agua, saneamiento e higiene.
América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo más afectadas por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos externos causando graves daños a la salud, a la vida, a la alimentación, al agua, a la energía y al desarrollo socioeconómico de la región[1]:
- 55 millones de niños, niñas y adolescente están expuestos a la escasez de agua;
- 60 millones de niños, niñas y adolescente están expuestos a los ciclones;
- 45 millones de niños, niñas y adolescente están expuestos a las olas de calor;
- 105 millones de niños, niñas y adolescente están expuestos a la contaminación atmosférica.
La educación juega un papel fundamental en la acción climática. Sin embargo, lo que hemos aprendido no nos prepara para el desafío que tenemos como sociedad. Se hace imperativo, entonces, incorporar la educación ambiental en las escuelas.
Pero ¿por qué necesitamos educación ambiental?. Te presentamos cinco cosas que necesitas saber:
- La educación ambiental es más que solo información sobre el ambiente. La educación ambiental[2]: aumenta la conciencia y el conocimiento sobre temáticas ambientales; enseña a los individuos a pensar de manera crítica; mejora las habilidades para resolver problemas y toma de decisión.
- El acceso a una educación ambiental para niños, niñas y adolescentes les ayudará a prepararse para poder enfrentar los efectos del cambio climático integralmente desde una visión ciudadana responsable, defendiendo y siendo consecuente con estos valores en todos los ámbitos[3].
- La educación ambiental dota a los y las estudiantes con las habilidades, conocimientos, conductas y actitudes adecuadas para hacer frente a un mundo y a un clima que cambian rápidamente, y promueve una transformación a nivel tanto personal como sistémico hacia estilos de vida más sostenibles.
- Por medio de la educación, los niños y niñas pueden contribuir en todos los aspectos de la formulación de políticas, la mitigación y la adaptación en relación con el cambio climático[4].
- Las escuelas son espacios para crear e implementar soluciones ambientales que generen estilos de vida más sostenibles y fortalezcan la resiliencia frente al cambio climático.
Se debe aprovechar y fortalecer el potencial de lod niños, niñas, adolescentes y jóvenes como agentes de cambio desde el nivel escolar, poniendo a la educación en el centro de su empoderamiento para participar y liderar los procesos, los programas y las iniciativas de políticas que aborden los principales desafíos relacionados con el cambio climático, que incluyen los procesos de restauración y conservación de los ecosistemas, nuevos patrones de producción y consumo, así como la adaptación hacia estilos de vida sostenibles.
Los niños son poderosos agentes en favor del cambio. Cuando se mejora el acceso a los servicios esenciales, como el agua y el saneamiento, la salud y la educación puede aumentar notablemente su capacidad para sobrevivir a los peligros del clima.
Necesitamos educación ambiental, es #UnaTareaPendiente.
[2] https://www.epa.gov/climate-change/climate-change-resources-educators-and-students
[3] https://www.unesco.org/en/education/sustainable-development/climate-change
[4] Climate change education for sustainable development: the UNESCO climate change initiative