El escritor y semiólogo, autor de “El nombre de la rosa”, habla del libro impreso, la semiótica, la filosofía y la traducción.
Cuando se dice “Umberto Eco”, ¿de quién se habla: de un escritor, de un semiólogo? “Yo estudié filosofía. Por lo tanto me considero un filósofo, sobre todo porque considero que la semiótica es la única forma de filosofía posible en este momento – todo el resto es literatura”, se define a sí mismo, y provoca, el autor de El nombre de la Rosa y El péndulo de Foucault, nacido en Italia en 1932. Y enseguida refiere a su otra vocación, la literatura: “Yo soy un filósofo que hace filosofía de lunes a viernes y que, los fines de semana, escribe novelas… desde la edad de 48 años”.
Es un joven novelista… La editorial de Harvard va a publicar conferencias que di en Atlanta sobre la forma en que escribo. El título es Confesión de un joven escritor . Sí, me considero un joven escritor de 30 años.
En una entrevista afirmó: “Internet es el escándalo de una memoria sin filtro, donde no se distingue el error de la verdad”.
En el futuro, la educación tendrá como objetivo aprender el arte del filtro . Ya no hace falta enseñar dónde queda Katmandú o quien fue el primer rey de Francia, porque eso se encuentra en todas partes. En cambio, habría que pedirles a los estudiantes que analicen quince sitios para determinar cuál es para ellos el más confiable. Habría que enseñarles la técnica de la comparación .
En 2010, publicó “Nadie acabará con los libros”, con Jean-Claude Carrière (Lumen). Si leí bien, hay un objeto de perfección que es el libro, el libro de papel tal como lo conocemos. ¿Por qué? Es hasta el momento la manera más segura de conservar y transmitir la información. Por tres razones. En primer lugar, creo que es el más práctico para leer, aunque ahora haya jóvenes que dicen: “No, yo leo mejor en el iPad”. Después, está el amor por el objeto. Si voy a mi sótano y veo mi “Pinocho” de cuando tenía 8 años y en el que había escrito cosas, me vuelven emociones que no encuentro en un disco que contiene el texto de Pinocho. Por último, teniendo en cuenta mi edad y si hubiera existido, no podría recuperar el disco de Pinocho porque se habría desmagnetizado. Eso es un problema: las computadoras cambian tanto que no sabemos cuál es la vida útil de un disco… ¿Considera que el saber y el conocimiento siempre se difundirán a través de lo escrito, o que en cambio la cultura de la velocidad, la de Internet, terminará afectando nuestra capacidad de juicio? Creo que es necesario restablecer una cultura de monasterios, que en algún momento –yo ya me habré muerto, quizá– los que sigan leyendo tendrán que retirarse a grandes falansterios, al campo quizá, como los Amish de Pensilvania. Allí, se conserva la cultura y el resto, que flote como pueda flotar. Con 6 mil millones de habitantes en el planeta, no se puede pretender que haya 6 mil millones de intelectuales. Debemos ser un poco aristócratas desde ese punto de vista.
¿En qué cree usted hoy? ¿En la escritura, en los libros, en la cultura? En el punto de interrogación. En la investigación. Mire, los primeros, en el siglo XIX, que tomaron en serio el espiritismo no fueron los místicos sino los hombres de ciencia. Encontré a matemáticos y lógicos que de noche iban a hacerse leer las líneas de la mano. Cuanto más se desarrolla un trabajo científico, más se necesita otra cosa. Hay políticos que piden su horóscopo. Bush por ejemplo… ¿En Italia también? Actualmente, prefieren salir con chicas jovencitas.
¿Qué relaciones tiene con las traducciones de sus libros a otros idiomas, en la medida que, precisamente, usted habla esos idiomas? En lo posible, trabajo mucho con mis traductores. Pero hay que confiar. Es imposible seguir todo. Para cada libro, envío siempre a los traductores un legajo muy rico donde aclaro que una palabra o una frase determinada es “una alusión a”, que se podría decir de tal o cual manera. Por ejemplo, en La isla del día de antes (Editorial Lumen), todos los capítulos tenían el título de un libro del siglo XVII. Y esos libros existían en todas partes. Entonces les di la lista a los traductores.
Es lo que usted quería decir al escribir ese libro que se titula “Decir casi lo mismo” (Editorial Lumen). ¿Lo que importa es el “casi”? No, lo que importa es el “casi”, el “decir” y “lo mismo”. ¿Qué es lo que se traduce? ¿La superficie literaria o el sentido profundo? Un ejemplo trivial: hay un personaje imbécil que hace un juego de palabras, una ocurrencia que demuestra lo imbécil que es. El problema no es traducir ese juego de palabras literalmente, sino encontrar un juego de palabras imbécil en su propio idioma. En ese caso, lo importante no es el juego de palabras, sino el hecho de que el tipo es un imbécil.
¿Ya sintió la tentación de escribir en otro idioma que no sea el suyo? Sí, he escrito muchos ensayos en inglés. Directamente en inglés. Sucede vez más. Todos los científicos escriben en inglés.
TRADUCCION CRISTINA SARDOY
Por Por Eric Fottorino
Fuente: https://www.revistaenie.clarin.com/literatura/educacion-debera-ensenar-comparar-Web_0_352764926.html
10 comentarios
cuando nuestro grande escritor Arequipeño-Peruano, Mario Vargas Llosa….dijo que solo en la edad adulta le inspiro a leer el voluminoso libro de Don Quijote…me sentí feliz…por que yo si lo había lei en el colegio…mi profesor de lenguaje era tan excelente que nos hizo enamorar de ese libro…!!!!moraleja!!!….antes de leer un libro….primero te debe apasionar el titulo..de lo contrario no terminaras de leer el libro…..!!!!Viva los libros!!!!!!
Hoy que la tecnologia digital ha cambiado las estructuras de la educaciòn actual debemos analizar como la era digital cambio el pensamiento de nuestros estudiantes por eso debemos prepararlos para la carrera del futuro.
EN ESTA ERA DE LA COMPETITIVIDAD, DONDE LA CIENCIA, LA TÉCNICA Y LA TECNOLOGÍA ESTA AVANZADA Y SIGUE AVANZANDO, DEBEMOS ESTAR PREPARADOS, ACTUALIZADOS EN CUANTO A LA PROFESIÓN QUE SE SIGUE EN EL CONTEXTO EN DONDE SE ESTE TRABAJANDO.
Hoy en día tenemos que estar preparado, para ser competentes ante la globalizacion,para ello tenemos que leer e investigar en todo con la tecnología, hablando en grandes rasgos, a las exigencias que el mundo ambiente exige, para ello se debe trabajar de forma cooperativa para dar solución en grupo.
Agradecer por la informaciòn, Para tener esta calidad de educacion, es necesario y una obligaciòn que tenemos que cambiar uno mismo con visiòn de futuro.
Toda persona para competir debe estar preparado de acuerdo a las exigencias que el mundo cambiante exige, para llenar esa expectativa se tiene que trabajar de manera cooperativa para dar soluciones en grupo,
Para competir y lograr nuestro derrotero, es muy importante el trabajo cooperativo, de esta manera estaremos garantizando un buen trabajo ya sea en el campo educativo, cultural, etc. Asimismo exige competir en cualquier campo del quehacer humano.
Esta sociedad nos exige el trabajo cooperativo para dar solución a las diferentes dificultades que encontramos en las Instituciones Educativas, principalmente con los adolescentes, asimismo el trabajo cooperativo permite avanzar en una misma dirección y dar soluciones de manera creativa a los problemas, al mismo tiempo dentro de un mundo competitivo, es decir exige mayor supeación los contextos en que nos está tocando vivir.
Hoy en día se observa en la juventud leen menos, porque aún falta el hábito lector que se debe inculcar desde las familias en el hogar, que muchas veces hay cierta apatía y desinterés de los padres hacia los hijos, hoy se tiene que retomar, la práctica de la lectura para una buena formación académica que tanto requiere nuestra sociedad cambiante.
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