La flipped classroom o pedagogía inversa es una nueva metodología que propone darle al vuelta a la clase convencional e invertir el orden del proceso de aprendizaje. Si en el modelo de enseñanza tradicional el profesor explica la lección en clase y el alumno la trabaja en casa a través de los deberes; en la flipped classroom es el alumno quien comienza a aprender y revisa los conceptos teóricos en casa, para dedicar el tiempo de clase a consultar sus dudas y trabajarlos de forma colaborativa. Este tipo de metodología tiene muchas ventajas tanto para el alumno como el profesor. Te explicamos las más destacadas.
LAS VENTAJAS DE FLIPEAR TU CLASE
- Convierte a los alumnos en protagonistas de su propio aprendizaje. Les implica desde el primer momento en el proceso, y les dota de responsabilidades, de modo que pasan de ser alumnos pasivos, que escuchan al profesor, a alumnos activos, que trabajan, participan, plantean dudas, colaboran en equipo, y se organizan y plantifican para realizar proyectos o resolver problemas… En definitiva, se comprometen para construir su propio conocimiento.
- Hay más tiempo para resolver dudas y consolidar conocimientos en clase. Al asumir los estudiantes la revisión de los conceptos teóricos desde casa (mediante una videolección, una lectura, recursos interactivos…), el tiempo de clase puede dedicarse a resolver las dudas, solucionar las dificultades de comprensión o aprendizaje, y trabajar los contenidos de manera individual y colaborativa.
- Permite atender la diversidad del aula. Los alumnos pueden dedicar tanto tiempo como deseen a revisar los contenidos, para asegurarse de que los comprenden correctamente. Si los están visualizando a través de una videolección o un interactivo, pueden pausarlo y repetirlo tantas veces como deseen. Además, en función de las dudas y los problemas de comprensión que planteen, el profesor puede encargarles distintas actividades
- Fomenta un aprendizaje más profundo y significativo. El docente puede invertir más tiempo de clase a analizar, crear, evaluar y aplicar los conocimientos a la vida real (categorías superiores de la Taxonomía de Bloom), y menos a que los alumnos recuerden o memoricen, y comprendan, procesos que pueden llevar a cabo desde sus casas. Esto contribuye a que los estudiantes logren un aprendizaje más perdurable y significativo, que les sea útil para desenvolverse en la sociedad.
- Favorece el desarrollo de las competencias mediante el trabajo individual y colaborativo. Desde un primer instante fomenta la autonomía del alumno, promueve la competencia digital mediante el uso de las TIC, y a través del trabajo colaborativo desarrolla las habilidades de los alumnos para organizarse, planificarse, intercambiar opiniones o tratar la información, entre otras.
- Motiva a los estudiantes. Les redescubre el proceso de aprendizaje como algo divertido, donde son ellos los que asumen responsabilidades, toman decisiones, participan y trabajan mano a mano con sus compañeros para alcanzar objetivos comunes. Aprenden haciendo, no memorizando. Y desarrollan conocimientos y habilidades que pueden aplicar en su día a día.
Fuente: aulaplaneta.com