Con la llegada del nuevo coronavirus, cientos de miles de escuelas y universidades en el mundo debieron cerrar sus puertas y adoptar, casi que de un día para otro, la virtualidad. Esto les ha acarreado grandes retos, como ajustar sus programas presenciales a este método sin que se perdiera la calidad y lograr hacer evaluaciones íntegras de los alumnos. No obstante, esto no ha sido tarea fácil y muchos estudiantes añoran la presencialidad.
De acuerdo con un estudio realizado por Pearson, empresa de formación y educación, realizado entre más de 7.000 estudiantes a nivel mundial, el regreso al mundo pre-covid en el sector educativo es poco probable. Los encuestados no tienen la misma confianza para cursar programas en otros sitios. Y esa es solo una entre otras dificultades que manifestaron los jóvenes.
El 81% de los alumnos encuestados considera que menos personas viajarán al extranjero a estudiar. Además, el 74% considera que disminuirán las personas que puedan pagar una educación universitaria y para el 65%, menos personas buscarán títulos profesionales tradicionales.
Para el 88%, el aprendizaje en línea se convertirá en una herramienta permanente en todos los niveles de la educación, un 70% dice que más estudiantes de primaria y secundaria asistirán a la escuela virtual, antes que asistir a la escuela tradicional dentro de los próximos diez años y el 79% dice que más estudiantes universitarios tomarán clase en línea dentro de los próximos diez años.
No obstante, los alumnos ven la educación en línea como una espada de doble filo. Puede ser un gran nivelador y ecualizador, pero hay límites si la gente no puede tener acceso a la tecnología. Básicamente, si el aprendizaje en línea está para quedarse, la gente quiere que sea mejor y más equitativo.
A pesar de que los estudiantes siguen creyendo que la educación ofrece oportunidades, al 88% les preocupa que ésta no sea igualitaria. El 70% a nivel mundial cree que la pandemia profundizará las desigualdades educativas, especialmente entre los estudiantes más jóvenes. El 82% a nivel mundial le preocupa que el aprendizaje en línea aumente la desigualdad para aquellos que no pueden acceder a la tecnología.
Por otra parte, más de la mitad de los encuestados en todo el mundo dijeron que necesitaban nuevas habilidades digitales porque su estatus laboral había cambiado. Un 89% manifestó necesitar habilidades digitales, como la colaboración virtual y el análisis de datos para avanzar en esta economía. De hecho, el 77% de la gente dice que trabajar de forma remota les ha mostrado que necesitan habilidades diferentes a las que tenían cuando trabajaban en una oficina. En todo el mundo, el 71% tiene la intención de seguir trabajando de forma remota en el futuro.
En cuanto a la importancia de la educación universitaria, más de la mitad cree que no será tan relevante como es ahora. El 65% está de acuerdo en que menos personas buscarán títulos universitarios tradicionales como resultado de la pandemia, razón por la que el 87% está de acuerdo en que las universidades deben ofrecer cursos más cortos u opciones de menor costo para ayudar a las personas que están desempleadas.
Estudiantes no están aprendiendo
Seis meses después del cierre de colegios queda claro que nada reemplaza al profesor y a las clases en las aulas. Así lo evidenció una encuesta realizada por Save the Children a cerca de 17 mil familias de 37 países, la cual evidenció que 7 de cada 10 niños y niñas están aprendiendo poco o nada ahora que no van a la escuela. Esto se debe en gran medida a la falta de acompañamiento: el 36 por ciento de los padres y madres indicaron que no apoyan a sus hijos con el aprendizaje en el hogar.
El 40 por ciento de los niños y las niñas de hogares en situación de pobreza dijo que necesita ayuda con los deberes, pero que no tienen quién se las provea. Esto es incluso más preocupante dado que dos tercios de los padres, madres y cuidadores manifestaron que sus niños y niñas no habían tenido ningún tipo de contacto con sus docentes desde el cierre de las escuelas.
Fuente: Semana.com