¿Qué significa aprender? ¿Crees que los niños aprenden mejor experimentando directamente con la realidad, o a través de una memorización de las cosas?
Aprender es un proceso que nos permite adquirir conocimientos, valores, habilidades, conductas nuevas… El aprendizaje es el resultado de estudiar, instruirnos, razonar, observar y, sobre todo, vivir. Podemos aprender de múltiples formas y, además, existen diferentes tipos de aprendizaje.
Cuando hablamos de un aprendizaje vivencial, nos referimos a aquel que se consigue a través de la acción y de la propia experiencia. Pero, ¿Qué más sabemos del aprendizaje vivencial y cómo podemos fomentarlo?
¿Qué es el aprendizaje vivencial?
El aprendizaje vivencial es aquel aprendizaje significativo que se consigue a través de la acción y la experiencia, es decir, en el propio acto de vivir.
Se aleja del concepto clásico o más tradicional del aprendizaje, aquel más mecánico, que implica la memorización de conceptos pero no el hecho de vivir las cosas en la propia piel.
Ser partícipes del propio aprendizaje
El objetivo de la metodología educativa basada en un aprendizaje vivencial es que los niños se impliquen en su propio aprendizaje, es decir, sean partícipes del mismo, como agentes activos. ¿Cómo participar en este tipo de aprendizaje? A través de cuatro elementos esenciales:
- La acción
- La implicación de los sentidos
- La capacidad de razonamiento
- El pensamiento crítico
Mediante estos cuatro elementos, el niño puede implicarse en la propia experiencia educativa, que a su vez va ligada a una situación real de la vida misma.
En otras palabras: su objetivo es que el niño (o el alumno) se involucre de forma activa en su propio proceso de aprendizaje, es decir, que investigue los fenómenos o situaciones que está aprendiendo y/o conociendo.
Aprendizaje a través de la experiencia
Así, cuando enseñamos, ya sea como padres y madres, o como maestros, a través de una metodología basada en el aprendizaje vivencial, el objetivo es lograr que los niños se enfrenten a situaciones de aprendizaje basadas en una determinada vivencia, es decir, en el propio acto de vivir.
Conocemos algunas de las ventajas o beneficios de este tipo de aprendizaje que creemos que evidencian la importancia de fomentarlo en las aulas y en casa, con los más pequeños:
Desarrollando el pensamiento crítico
Una ventaja importante de este tipo de aprendizaje es que, una vez se consigue fomentar, el niño será capaz de analizar de forma crítica el proceso de aprendizaje, además de los conocimientos y conductas nuevas aprendidas.
Un aprendizaje significativo
Además, recordemos que hablamos de un aprendizaje significativo, concepto introducido por el teórico estadounidense David Ausubel, quien lo define como un aprendizaje en el que el alumno asocia la información nueva con la que ya posee.
En este caso, lo que hace el alumno es ir reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso.
Un aprendizaje que se retiene mejor
Por otro lado, el aprendizaje vivencial se retiene mejor; por un lado, porque es significativo, y por el otro, porque el niño se involucra en su propio proceso de aprendizaje.
Un ejemplo muy sencillo para entenderlo mejor; ¿verdad que no es lo mismo decirle a tu hijo cómo hacer un plato de cocina que el hecho de que lo cocine él mismo? ¿Qué crees que recordará mejor?
El ciclo de aprendizaje experiencial de Kolb
David Kolbe es un autor que habló del aprendizaje vivencial, y que propuso un ciclo de aprendizaje concreto para que esta forma de adquirir conocimientos tuviera lugar.
Según Kolbe, el aprendizaje vivencial o experiencial se produce a través de cuatro fases específicas:
- La experiencia concreta
- La observación reflexiva
- La conceptualización abstracta
- La experimentación activa
Cada una de estas fases implica una forma diferente de experimentar la realidad. En la fase de la experiencia concreta, hablamos de la experimentación; en la observación reflexiva, hablamos de analizar; en la conceptualización abstracta, la acción es decidir, y en la experimentación activa, se trata de actuar.
Esto se ejemplifica mejor en la siguiente imagen:
Es decir, en función de la fase en la que estemos inmersos, nuestra forma de experimentar la realidad y, por lo tanto, de aprender, será también diferente. De esta forma, en cada fase la acción será una u otra.
Cuatro estilos de aprendizaje según Kolb
De esta teoría que propone Kolb surgen cuatro posibles estilos de aprendizaje:
- Aprendizaje convergente
- Aprendizaje divergente
- Aprendizaje asimilador
- Aprendizaje acomodador
En función de las experiencias pasadas del niño y de las demandas y exigencias del ambiente, este desarrollará un estilo de aprendizaje u otro.
¿Cómo fomentar el aprendizaje vivencial?
Para entender cómo podemos fomentar el aprendizaje vivencial, es importante saber que este presenta tres características: diversión, acción y reto.
Diversión porque permite al niño divertirse, acción porque es a través de ella que se consigue aprender, y reto porque el aprendizaje acaba convirtiéndose en un reto que «engancha» al alumno porque quiere resolverlo (lo cual nos traslada al punto inicial: la diversión).
¿Cómo intercalar estas tres características para fomentar un adecuado aprendizaje vivencial? Como veremos, esto nos llevará a fomentar la libertad en los más pequeños a la hora de aprender:
Dale la opción de elegir qué aprender
Es importante que, en la medida de lo posible, le dejes escoger a tu hijo (o a tu alumno) qué quiere aprender. Él mismo debe ser quien guíe su aprendizaje (con tu ayuda) y quien afronte los problemas y retos.
Para ello, puede resultarte útil fomentar su autoconocimiento.
Déjale escoger el cómo aprender
También es importante que el niño pueda decidir cómo aprender (insistimos, siempre con tu soporte y acompañamiento cuando sean necesarios).
Por ejemplo, tiene que aprender a ir en bicicleta; aunque es importante la teoría, en este caso, la práctica, la experiencia, serán esenciales. Déjale escoger cómo quiere hacerlo; ¿tal vez empezando con pedales?
¿Primero por un camino llano? Lógicamente, todo esto siempre acompañándolo y sosteniéndolo cuando sea necesario.
Proporciónale recursos variados
Como padres y madres, o como maestros, deberemos también proporcionarle al niño recursos variados que respondan a sus distintas necesidades. Tal vez, apostar por materiales diversos, ya sea material manipulativo, vídeos, fotografías…
Acompáñalo a través de ti mismo y de tus conocimientos
Otra forma de fomentar el aprendizaje vivencial es acompañando al niño a través de: tu experiencia, tus conocimientos y tu sostén emocional.
No le impongas el hecho de que te «necesite», o te pregunte. Dale la libertad para escoger pero muéstrate disponible.
Fomenta su curiosidad y motivación
El aprendizaje vivencial se nutre de la curiosidad y la motivación; por ello, foméntalas y haz que tu hijo encuentre su propia motivación intrínseca (aquel motor que nos mueve a la hora de actuar, y que nos lleva a hacer las cosas solo por el placer de hacerlas) en lo que está aprendiendo o quiere aprender.
Se trata de un reto: estimula la exploración
Las tareas, los conocimientos o aquello que debe aprender tu hijo, debes planteárselos como retos que requieren de una exploración previa por su parte.
Esto facilitará que se lo tome con curiosidad y que, además, se involucre en su propio proceso de aprendizaje (la base del aprendizaje vivencial).
Y tú, ¿crees que se aprende mejor viviendo, a través de la propia experiencia? ¿Qué opinas del aprendizaje experiencial? ¿Crees que puede llegar a ser más estimulante para los niños?
Fuente: Psic. Laura Ruiz Mitjana/ bebesymas.com
1 comentario
EXCELENTE¡ PUEDO DAR FE , SI EL TRABAJO VIVENCIAL EN EL AULA TIENE EXITO PARA EL LOGRO DE LOS APRENDIZAJEA.