Xuxo Ruiz lleva los trucos a diario a su clase de niños de 7 años, que incluso le acompañan una vez al mes a hospitales para llevar la magia a los niños ingresados.
El profesor de primaria de Albaida del Aljarafe (Sevilla) Xuxo Ruiz, que desde hace años aplica la magia en sus clases diarias, se ha proclamado ganador del Premio Global Teacher Award 2019, certamen a nivel mundial que premia la originalidad de los docentes a la hora de impartir sus clases.
Se trata, como se recoge en la web oficial de los premios y ha explicado el propio docente, de un galardón que cada año entrega la fundación india AKS (Alert Knowledge Services), para distinguir a maestros de todo el mundo que se presentan a las convocatorias desde los cinco continentes.
El premio será entregado en una ceremonia que tendrá lugar en Nueva Delhi el próximo septiembre, “en la que que estoy invitado formalmente a hablar sobre innnovacion y el uso de la Magia Educativa como recurso didáctico”.
Ruiz se ha mostrado “muy agradecido y entusiasmado de representar de nuevo a mi colegio, a Andalucía, a España, a la Escuela Pública y a tantos docentes que innovan desde sus aulas por una nueva educación de calidad”, tras quedar finalista en 2008 de los Global Teacher Prize, considerados los premios Nobel de la Enseñanza.
Un gaditano en Sevilla
Nacido en Cádiz en 1975, tiene a su cargo a niños de 7 años y acude cada día desde su casa en Espartinas (Sevilla) a la cercana localidad de Albaida del Aljarafe, con una maleta en la que hay diferentes trucos de magia para mostrar a sus alumnos del CEIP San Sebastián de Albaida.
Además, desarrolla el proyecto ‘Estudiantes solidarios’, que lleva la magia a los hospitales por parte de sus propios alumnos, que “sacan una sonrisa a los niños hospitalizados”, en una cita que desarrollan una vez al mes.
El objetivo “es claro: hacer felices a los niños hospitalizados de edades similares utilizando la Magia Educativa que están aprendiendo en clase, porque hacer magia solidaria es una de las cosas más gratificantes que hago y cuando acompañas a tus pequeños alumnos mucho más”.
Con todo, explica que “educar en valores como la compasión, la solidaridad y el amor es crecer y transformar la educación, y estoy convencido de que llevarlo fuera de las cuatro paredes del aula deja marcas positivas y sería posible un mundo mejor”.
Casi un cuarto de siglo
Lleva ya casi 25 años en Sevilla, y su peculiar forma de enseñar la ha ido difundiendo hasta tal punto que, «cuando los niños se enteran de que voy a ser su maestro, se vuelven locos», lo mismo que cuando tiene que hacer una sustitución o acudir a un aula para desempeñar sus labores como responsable informático del centro.
Su método es muy simple: «Se trata de desarrollar habilidades comunicativas, de hacer que los niños, a través de la magia, aprendan cosas como fortalecer el pensamiento matemático, y lo hago en varios momentos del día, lo mismo para explicar algo que necesitan entender de una forma concreta, para comenzar a explicar un tema o para apaciguar un poco a una clase».
Y es que, «gracias a la magia, el niño ve algo extraordinario, único, y lo que aprende no lo olvida», asevera, al tiempo que recuerda que su método, por innovador que parezca, depende sólo de la ilusión que le ponga la gente que lo quiere aplicar, y una buena parte de ello lo resume en «Educando con magia», un libro en el que explica más de cien juegos de magia aplicados a diferentes formas de ver la vida y la educación.
«En un colegio, la magia se puede usar para repasar matemáticas, expresión oral o explicar cómo funciona el cuerpo humano, y tiene muchos usos más aparte de los que uso, que no se explican en el libro», dice este maestro, que apostilla: «Todo maestro o padre es mago; lo que hago es compartir conocimientos para el público normal, muy fáciles de hacer y, sobre todo, muy efectivos».
Forma a colegas de todo el mundo
Esa eficacia la demuestra sobre el terreno, ya que desde hace más de quince años imparte formación a colegas de distintas partes del mundo, «y muchos alumnos salen beneficiados, con noticias que me llegan hasta de Suramérica, de gente que me da las gracias o me pide consejos para hacer las cosas que hago».
El año pasado optó a un premio que otorga la Fundación Varkey, organizadora de este premio. No lo ganó, pero fue uno de los cincuenta elegidos seleccionados entre casi 40.000 candidaturas y solicitudes de 173 países, que optaban a un premio de un millón de dólares, cuyo nombre fue anunciado en Dubái el domingo 18 de marzo del 2018.
Con tranquilidad, recuerda que «muchos compañeros me obligaron casi a presentarme”. Fue seleccionado junto a profesores de otros 36 países, y para él supuso un espaldarazo después de que la Junta de Andalucía, en reconocimiento a su trayectoria, le otorgase el año pasado el premio a la mejor práctica docente de los Premios al Mérito en la Educación.
Ahora, en septiembre cogerá un avión para recoger un premio a nivel mundial, todo un espaldarazo para este docente, que tiene claro que la educación es mucho más que dar clases y poner notas.
Fuente: Elcorreoweb.es