Según una investigación desarrollada por expertos de la Universidad Complutense de Madrid, existe una brecha digital entre los niños y los profesores que es necesario acortar. Según los resultados del estudio, una buena parte de los profesores madrileños cuentan con habilidades digitales insuficientes, por lo que es más difícil que puedan desarrollar en sus clases metodologías innovadoras con el apoyo de las tecnologías.
Desde los primeros cursos escolares, los niños deben adquirir competencias digitales, es decir, el conjunto de conocimientos, habilidades, capacidades y destreza para poder utilizar las nuevas tecnologías digitales, así se establece en las últimas leyes educativas LOE (Ley Orgánica de Educación), y LOMCE (Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa). Pero curiosamente, y según se desprende de un estudio desarrollado por expertos de la Universidad Complutense de Madrid, los profesores madrileños tienen pocas habilidades digitales, algo que no tiene mucho sentido.
En la investigación participaron 1.433 profesores de 80 centros públicos, privados y concertados de la Comunidad de Madrid, de ellos, un 46’31% presentaron un perfil negativo en estas competencias. La explicación que proporcionan los investigadores es la falta de formación digital de los profesores y la edad, algo que evidentemente repercute de forma negativa en los alumnos. Una buena parte del profesorado no está preparado para abordar las nuevas tecnologías digitales entre los niños, algo obvio teniendo en cuenta que no tienen los conocimientos necesarios sobre el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación.
De los 1.433 profesores participantes, el 66’57% eran profesoras y el 33’43% profesores, en conjunto, un 53’73% daba clases en educación primaria, un 42’78% educación secundaria y un 3’49%, en ambos niveles. Todos tuvieron que completar un cuestionario en el que se analizaba el conocimiento que tenían en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), dicho cuestionario estaba enmarcado en los estándares establecidos por la UNESCO. Un 39’71% del profesorado mostró un perfil formativo medio en TIC, un 36’85% tenía un perfil formativo pobre y un 9’56% tenían un perfil muy pobre, los datos reflejan claramente que buena parte del profesorado necesita mejorar en conocimientos, habilidades, capacidades y destreza en TIC.
Se apunta la edad como una de las causas principales por razones obvias, los profesores de entre 20 y 25 años fueron los que tuvieron un mejor perfil, en cambio, los profesores de entre 55 y 66 años mostraron un perfil mucho más bajo que los jóvenes, o en todo caso, menos experiencia. Los investigadores comentan que además de la edad, la falta de formación continua es otro problema, por lo que consideran necesario que se profundice en el plan formativo del profesorado para que pueda estar mejor preparado, reduciendo así la brecha a nivel digital entre profesores y alumnos.
Según explican aquí, este plan formativo debería empezar a introducirse en las facultades de educación y seguir en los cursos de formación continua, que son organizados por los organismos educativos públicos y privados. Los profesores no pueden carecer de las habilidades y competencias necesarias para desarrollar en sus clases metodologías innovadoras con el apoyo de las tecnologías, ya que es algo que repercute de forma negativa en la educación de los niños, al limitar el aprendizaje de un modo evidente.
La investigación evidencia que hay que realizar reformas educativas para que los profesores puedan estar a la altura de la nueva era digital. Podéis conocer más detalles del estudio elaborado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), a través de este artículo (Pdf).