Clases de baile y de música. Visitas escolares a museos. Diálogo con los pueblos indígenas. Artesanía transmitida de generación en generación. Festivales de teatro, cursos de diseño en la web y talleres de moda. Estas son sólo algunas de las muchas formas que vinculan la educación y la cultura. Juntas, nos ayudan a apreciar la belleza, la diversidad y la complejidad del mundo, a adquirir capacidades y comportamientos esenciales para prosperar y tender puentes entre los pueblos y las naciones, hoy y mañana.
A pesar de los evidentes vínculos esenciales entre cultura y educación, en muchos países del mundo aún no están suficientemente integradas en las políticas educativas y los planes de estudio. Estos dos ámbitos se consideran a menudo como entidades y trayectorias políticas separadas. La educación cultural y artística, resultado de los dos ecosistemas complementarios, tiene el potencial de colmar esta brecha.
La UNESCO convocó la Conferencia Mundial sobre la Educación Cultural y Artística en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) entre el 13 y el 15 de febrero de 2024, en la que se aprobó el primer marco mundial en este ámbito. Esto es lo que hay que saber sobre estas cuestiones esenciales.
¿Por qué son esenciales la cultura y la educación artística?
Los alumnos que participan en la educación cultural y artística obtienen mejores resultados académicos y no académicos. La participación en las diversas expresiones artísticas, como la música, la danza y las artes visuales, puede mejorar el rendimiento académico, la capacidad de lectura, el pensamiento creativo y crítico, la agilidad y la capacidad de colaboración. La participación en este tipo de educación también se correlaciona con una mejor asistencia a clase, la reducción del estrés, la resiliencia, la perseverancia y los comportamientos en las aulas.
La educación cultural y artística amplía la esencia del aprendizaje y lo hace divertido cuando va más allá de las aulas y los enfoques educativos tradicionales, desde el aprendizaje a lo largo de toda la vida hasta la educación y formación técnica y profesional (EFTP). La escena teatral puede ser un espacio de aprendizaje, el arte NFT puede ser una carrera prometedora y las formas de conocimientos y modo de vida autóctonos pueden, y deben, abrirse camino en los planes de estudio.
La educación cultural y artística da sentido al aprendizaje al vincular los ámbitos rural y urbano, así como lo local con lo global. Desempeña un papel crucial a la hora de valorizar y preservar la cultura, el patrimonio y las tradiciones propias, al tiempo que se reflexiona sobre estos aspectos en el mundo moderno, en la era digital, al comprender la contribución y las particulares de cada uno.
¿Qué formas pueden adoptar la cultura y la educación artística?
La educación cultural y artística abarca el aprendizaje sobre, en y mediante la cultura y las artes. Por lo tanto, puede darse en todas las asignaturas, en todos los niveles educativos y en diversos entornos. Por ejemplo, este proceso ya no se limita a las aulas: los museos, las galerías de arte, las bibliotecas y los sitios del patrimonio cultural se consideran igualmente lugares de aprendizaje, mientras que los artistas, los profesionales de la cultura y el personal de este ámbito desempeñan un papel esencial en la transmisión del conocimiento. La educación cultural y artística involucra a los educandos con el patrimonio construido y natural, las expresiones vivas y las industrias culturales y creativas, al fomentar el diálogo intercultural y la diversidad lingüística, tanto en línea como fuera de ésta.
Al incorporar las prácticas y los conocimientos autóctonos, la educación artística valida y aviva diversas perspectivas culturales. En Indonesia, los estudiantes de la isla de Java pueden conocer mejor su patrimonio gracias a programas de educación artística que les familiarizan con el arte tradicional de contar historias mediante títeres de sombras llamados wayang kulit, que forman parte de la lista del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.
¿Cómo pueden la cultura y la educación artística crear competencias para el futuro?
La educación cultural y artística abre nuevas oportunidades de empleo. Las industrias culturales y creativas crean 50 millones de puestos de trabajo a través del mundo, y actualmente hay más jóvenes empleados en este sector que en cualquier otra actividad económica. Aunque no es su objetivo principal, la educación cultural y artística cultiva competencias como la capacidad de observación, la colaboración y la reflexión, que favorecen la creatividad y la adaptabilidad, y son cada vez más valoradas en el mercado laboral moderno.
La educación cultural y artística también desarrolla habilidades socioemocionales vitales que permiten prosperar en el mundo del mañana. Las investigaciones demuestran que este tipo de educación fomenta la compasión por los demás y la empatía. Permite a los alumnos hacer introspección, adoptar diversas perspectivas y desarrollar diferentes formas de entender el mundo. La participación en actividades artísticas también se ha relacionado con un mayor compromiso cívico, tolerancia social y comportamientos respetuosos con la diversidad.
¿Cómo pueden contribuir la cultura y la educación artística a la paz y la sostenibilidad?
Al vincular lo local con lo global y fomentar el diálogo entre las generaciones y culturas, la educación cultural y artística puede contribuir a crear sociedades pacíficas, justas, inclusivas y sostenibles. También proporciona vías transformadoras para replantearse formas de vivir en armonía con la tierra y preservar la cohesión social, algo capital en tiempos de desafíos globales interrelacionados, como el aislamiento social o las crisis medioambientales. Por ejemplo, los archivos digitalizados de libre acceso de los principales museos han ayudado a alumnos de distintas partes del mundo a vincularse con otras culturas y enriquecer sus experiencias de aprendizaje.
¿Cómo aborda la educación artística las disparidades socioeconómicas en la educación?
La integración de la cultura y la educación artística en los sistemas educativos puede contribuir a reducir las diferencias de rendimiento entre los alumnos de ingresos más altos y los de ingresos más bajos. Las investigaciones indican que los estudiantes de entornos socioeconómicos con ingresos bajos que participan en la educación artística muestran un mayor rendimiento académico, tasas de graduación y motivación para continuar sus estudios.
La educación cultural y artística puede desvelar nuevas oportunidades y trayectorias profesionales para alumnos de todas las edades. Por ejemplo, la educación y formación técnica y profesional en artes y oficios puede convertirse en un ascensor social crítico, al abrir nuevas oportunidades de empleo en el contexto de las desigualdades y crisis sociales persistentes. Por ejemplo, el programa Transcultura de la UNESCO concede becas a jóvenes profesionales de la cultura en 17 países para que puedan adquirir nuevas competencias y continuar estudiando carreras en las industrias culturales y creativas.
Fuente: UNESCO