La Pandemia COVID-19 está afectando globalmente nuestra forma de vida, la salud humana y de la naturaleza. Por lo que estamos en una etapa de transición entre la amenaza de las variantes emergentes del virus COVID -19 y la necesidad de adaptarse a una “normalidad pospandemia”.
Recientemente, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), un organismo científico de las Naciones Unidas, publicó un informe en el que concluye que la influencia humana en nuestro clima cambiante es indiscutible.
El secretario general de la ONU, António Gutérres, dijo que el informe del Grupo de Trabajo era nada menos que un código rojo para la humanidad. “Las campanas de alarma son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable… el umbral acordado internacionalmente de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales de calentamiento global estaba peligrosamente cerca. Estamos en riesgo inminente de llegar a los 1,5 grados en el corto plazo”.
El momento exige que los ciudadanos en el mundo, tomen acciones interdisciplinarias, a través de Políticas Públicas Inclusivas, iniciativas privadas y medidas sin fronteras para lograr este objetivo.
Una acción importante que debe ser considerada y aprobada en la próxima UNFCCC – COP 26 es un Programa Integral, Obligatorio de Educación Ambiental y Cambio Climático para los Sistemas Escolares K-12.
América del Sur da un paso adelante por el Medio Ambiente y el Cambio Climático
Según la Secretaria Ejecutiva de CEPAL, Alicia Barcena, “los países de América Latina y el Caribe, aportan solo el 8,3% de las emisiones globales; sin embargo, son altamente vulnerables al cambio climático. En los últimos 30 años, el número de desastres naturales se triplicó en el Caribe y las pérdidas económicas asociadas se quintuplicaron”.
En los últimos años surgieron importantes acciones y legislaciones que se han adoptado en América del Sur para el Medio Ambiente y el Cambio Climático por parte de gobiernos nacionales, subnacionales, municipales, entidades privadas y organizaciones cívicas. Los países han asumido su responsabilidad al presentar a la CMNUCC /UNFCCC sus NDC a tiempo y de acuerdo con los términos indicados en el Acuerdo de París. Estos incluyen planes para convertirse en «países sin emisiones 0 netas» y el compromiso de reducir gradualmente sus emisiones en un rango del 25% al 30% en 2025, del 50% al 60% en 2050 y globalmente al 100% para fines de siglo. En este camino se han considerado, entre otros componentes, el cambio climático y la educación ambiental.
Regionalmente las Agencias de las Naciones Unidas en América Latina a través de Secretaría General de la UNFCCC Patricia Espinoza y la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL Alicia Bárcena están apoyando la Alfabetización Climática y Educación ambiental:
«Si bien la escuela tiene un catálogo impresionante de cursos y once centros de investigación que abordan el papel de las políticas públicas en la lucha contra el cambio climático, entiendo que este es el primer curso obligatorio sobre cambio climático de la Escuela Kennedy de Harvard».
El Congreso de la República Argentina aprobó recientemente la ley de educación climática y organismos internacionales como el Banco Mundial y el Banco Internacional de Desarrollo, han apoyado este tipo de programas. Asimismo, la mayoría de los países de América del Sur han incluido estas áreas en su constitución y decretos nacionales de sus Ministerios de Educación y Medio Ambiente. Por otro lado, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha implementado ESCUELAS VERDES y ha lanzado su nueva plataforma de información, BA Cambio Climático.
En Perú, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y la OIT presentaron la definición de empleos verdes e indicadores para evaluarlos, paso fundamental para impulsar una recuperación del mercado laboral con trabajo decente. Con ello, se ha brindado un acceso virtual y semipresencial en las zonas rurales con el Programa coordinado de transición digital para la educación dirigido por los Ministros de Medio Ambiente y Educación a través de cada UGEL, PERÚ EDUCA, Centros de Educación Básica Alternativa nacionales CEBA y el Gobierno de la Municipalidad de Lima con EDUCCA. De igual modo, estas entidades gubernamentales como SEDAPAL tienen programas de educación ambiental relacionados por el compromiso cívico como los recursos de agua limpia, que también son llevados a cabo en Bolivia, Colombia, Chile y Uruguay.
En Brasil, la OCDE con el apoyo de la Fundación Lemann, analizaron algunos de los cambios propuestos al SAEB (Sistema de Avaliação do Ensino Básico), para la nueva Base Curricular Común Nacional de Brasil (Base Nacional Común Curricular – BNCC) que establecerá el núcleo de competencias y conocimientos que todos los estudiantes deben adquirir en una educación básica. Por ello, el Gobierno del Estado de Sao Paulo SIMA ha implementado la Educación Climática y Medio Ambiente en cada una de las escuelas de dicho país.
Autor: Rodolfo Beltrán, Director regional en América del Sur (EARTHDAY.ORG)
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