Un informe del “Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación” del Tec de Monterrey señaló cuáles son las metodologías a las que se les va a prestar especial atención este año.
Demás está decir que el mundo de la educación ha experimentado cambios significativos en los últimos años, debido a las circunstancias impuestas por la pandemia. Clases por Zoom, la concientización de la salud mental y la inteligencia emocional de estudiantes y profesores, burbujas, clases híbridas: el proverbio dice que toda crisis es una oportunidad y la educación encontró en la que produjo el Covid-19 un camino para mejorar la experiencia educativa.
Con el nuevo año que se adentra en la etapa post-pandemia, el Tec de Monterrey analizó cinco tendencias educativas que se espera que tomen un fuerte impulso. En un artículo publicado por el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec, destacaron:
1. Aprendizaje a lo largo de la vida. Los estudiantes de hoy buscan oportunidades para seguir aprendiendo después de obtener su título universitario, pero muchos no conocen las opciones disponibles para hacerlo. En 2022, UNESCO recibió el compromiso de más de 140 países para habilitar, respaldar y promover el aprendizaje continuo, lo que demuestra el creciente interés por esta tendencia.
2. Gamificación. Esta es otra tendencia que ha mostrado ser efectiva para conectar con los estudiantes a través del juego. Se espera que el mercado de la gamificación crezca más del 30% este año. Los avances tecnológicos, como la realidad aumentada y virtual, tienen un gran potencial para cambiar la forma en que se enseña y se aprende.
3. Educación STEAM. La integración de la ciencia, las artes y las humanidades en la educación también es otra de las predilectas para el 2023. Los programas STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) tendrán un aumento importante este año. Los oficios que requieren formación STEAM crecerán un 8% rumbo a 2029. Las empresas multinacionales están invirtiendo en la educación STEAM, lo que demuestra la importancia de esta tendencia en el mundo laboral.
4. Bienestar y salud mental. Los estudiantes y profesores han enfrentado desafíos emocionales y físicos durante este período, y se están implementando nuevos mecanismos para mitigar estos efectos. La conversación se ha centrado en el aprendizaje activo, la socialización y los recursos de monitoreo y atención para miembros de comunidades universitarias.
5. Habilidades del siglo XXI. Se espera que estas power skills sean una competencia importante en el mundo educativo. Las más requeridas para el futuro cercano son la colaboración, el desarrollo personal, el enfoque en los logros y la inteligencia cultural y social. La educación de estas habilidades se está volviendo cada vez más importante en los salones de clase, y se espera que siga creciendo en el futuro.
Fuente: infobae.com