La red va a ser cada vez menos estable para el uso cotidiano y desaparecerá como tal, porque estará presente en todas las cosas.
El 23 de agosto de 1991 sir Tim Berners-Lee abría la puerta de la World Wide Web al público, desatando una revolución. ¿Cómo y qué será internet en sus próximos 25 años?
Fue en el Centro de Investigación Nuclear (CERN) de Suiza done Tim Berners Lee desarrolló la primera página web. Berners Lee utilizó un NeXTcube como primer servidor web del mundo y estuvo trabajando en el proyecto desde marzo de 1989 hasta diciembre de 1990. Finalmente, la primera página web fue lanzada el 6 de agosto de 1991 con un acceso restringido exclusivamente a los miembros del CERN. Casi 20 días más tarde, el dominio se abrió al público, concretamente el 23 de agosto de 1991.
Lo que comenzó hace 25 años en el CERN ha revolucionado por completo al mundo, en particular a la información y a la manera de obtenerla. Ninguna tecnología se desarrolló y llegó a tantos usuarios en tan poco tiempo en toda la Historia. En sus primeros cuatro años de vida llegó a 50 millones de usuarios; la radio tardó cuatro décadas para alcanzar este nivel de audiencia. A la televisión le costó 10 años.
“Internet es una herramienta para facilitarnos la vida. No hay que tener en cuenta solamente a la tecnología sino al impacto que ha tenido en nuestras vidas”, dijo a Cromo Raúl Echeberría, vicepresidente de Global Engagement de Internet Society, una organización dedicada a asegurar que la red siga siendo abierta y transparente. Internet avanzó de revolución en revolución: el correo electrónico, los buscadores, la mensajería instantánea, el comercio electrónico, las redes sociales, el streaming, la economía colaborativa. ¿Pero hacia dónde nos está llevando? ¿Y qué va a ser de internet en sus próximos 25 años? Más allá de la fantasía que presentan algunas películas, su configuración actual puede darnos algunas respuestas.
Omnipresente
Internet seguirá evolucionando. Sebastián Bellagamba, director regional para América Latina y el Caribe de Internet Society, estimó que la red va a ser cada vez menos estable para el uso cotidiano y que desaparecerá como tal, porque estará presente en todas las cosas. Omnipresente es la palabra más adecuada.
“Los jóvenes no van a notar mucho los cambios porque son parte de la generación que nació con la explosión de la tecnología pero la intgración de internet en nuestras vidas será cada vez más intensiva”, dijo a Cromo.
Una de las grandes tendencias es el llamado Internet de las Cosas, que implica que distintos objetos -incluso de la vida cotidana- están conectados. Por eso los expertos consideran que el uso de una PC o un smartphone para conectarse a Internet dejará de ser la principal forma de hacerlo, porque se podrá usar todo tipo de objetos, desde un reloj inteligente hasta un electrodoméstico o un automóvil o una casa entera. Además, el uso de tecnología portátil, implantable o lista para vestir permitirá disfrutar de la realidad aumentada -eso que es parte del atractivo del juego Pokémon Go- que añadirá información adicional al mundo real.
Una de las interrogantes que plantea la evolución de internet es si el aumento de beneficios traerá consigo mayores riesgos; por ejemplo, si los usuarios serán “hackeados” con mayor facilidad. “Lograr que la red sea segura es un desafío enorme, pero establecer la seguridad y la confianza en internet es vital”, sostuvo Echeberría.
Para que el Internet de las Cosas se desarrolle con eficiencia, es necesario contar con un protocolo llamado IPv6, que habilita la conexión de los dispositivos vinculados a la red. Por ahora América Latina y el Caribe tienen un nivel de IPv6 cercano al 1%, lo que dificulta el ingreso del Internet de las Cosas al continente. Solamente Perú, Bolivia, Brasil y Ecuador presentan niveles superiores a ese valor.
Controversia
Las autoridades de Internet Society coincidieron en que el aumento del empleo en la red es inminente por lo que el cambio de mentalidad ante las plataformas tecnológicas será algo obligado. Y eso ya es hoy parte de los retos de internet.
La irrupción de Uber o Airbnb, aplicaciones de transporte y alojamiento, respectivamente, forma parte de una nueva corriente denominada economía colaborativa, cuya regulación está siendo analizada en varias partes del mundo. Respecto a esto, Echeberría indicó que la ley planteada en Uruguay para regular las plataformas tecnológicas es “innecesaria”.
Las legislaciones dentro del campo de la tecnología no son recomendables debido a que son muy rígidas para un ambiente en el que el cambio es una característica inseparable del modelo de negocio. El gran riesgo que se corre es que internet cambie en tantos aspectos que todas las leyes que intentan regularla se conviertan en obsoletas. Por ejemplo, si se hubiera regulado el mercado online hace 10 años, probablemente las cosas se hubieran dado de otra forma.
Internet para todos
A nivel mundial son millones los que no tienen acceso online. En 25 años lo más probable es que haya una inclusión mucho mayor gracias a las iniciativas de Google y Facebook, entre otras empresas, para llevar conexión a todos los rincones del planeta. Drones, satélites, globos y otros medios serán utilizados para ampliar la conectividad a lugares remotos.
El reto está en dar con la tecnología lo suficientemente resistente y accesible para el cometido de ampliar la cobertura de internet a unos 4.000 millones de personas ( en el presente 3.000 millones están conectados).
Uruguay es un referente en la región dado los buenos indicadores que ha conseguido debido a la alta tasa de conexión a internet, la presencia de fibra óptica en más del 50% de los hogares y el uso de sistemas electrónicos por parte del gobierno. Además, se destaca por el Plan Ceibal, por el que se ha conseguido una penetración casi total de una computadora por escolar. “Lo bueno de todo esto es que hace 10 años el país no tenía tan buenos indicadores. Es un avance muy grande comparado con otros países”, dijo Bellagamba.
El camino a seguir, según las autoridades de Internet Society, es sacar el máximo provecho a internet a través del mercado digital, el que no se debe fenar con barreras legislativas. Casi nadie recuerda que el experto en seguridad cibernética Clifford Stoll dijo en 1995 que “nadie” compraría a través de internet. “Incluso si hubiera una manera más confiable para enviar dinero por medio de internet, lo cual no existe, a la red le falta un ingrediente más esencial del capitalismo: vendedores”, escribió.
Fuente: Diario El Cronista de Argentina
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)