Los estudiantes de hoy son los profesionales de mañana: es ley de vida que las nuevas generaciones pisen el mismo camino que ya recorrimos para aprender, innovar y mejorar lo que los mejores profesionales de hoy en día están consiguiendo. La educación de los jóvenes es uno de los aspectos más importantes de las sociedades avanzadas, y más aún en los tiempos que vivimos. Es un hecho, contrastado por todos los estudios realizados en el ámbito, que la educación universitaria disminuye el riesgo de paro. El impacto de la crisis ha sido menos traumático en la población con educación superior. Pero, ¿cómo alcanzar la excelencia educativa en tiempos de crisis económica?
Para el Dr. Alfonso Cebrián, Director de CEDEU, CETA y Fundación EAE, “la universidad española no está atravesando su mejor momento”. Los recortes presupuestarios y las dificultades de acceso de los alumnos al sistema universitario propiciadas por las pocas ayudas estatales y la subida de tasas, han contribuido al declive y debilitamiento de las cátedras españolas. Según el Dr. Cebrián, las decisiones tomadas para sanar el endeudamiento de las entidades universitarias y garantizar su salud financiera choca de frente con la petición de investigadores y científicos que apuestan por la innovación en el ámbito académico.
Muchas son las empresas que, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de sus profesionales, han creado fundaciones y universidades privadas para gestionar sus propios programas académicos. Planes educativos en inglés, tecnología aplicada a la enseñanza o plataformas sociales online para compartir conocimientos y experiencias son algunas de las propuestas de innovación para las facultades españolas.
El estudio y conocimiento de otros idiomas o la familiarización de los alumnos con la tecnología son indispensables para un completo desarrollo de un individuo capaz de afrontar los retos del mercado laboral del siglo XXI. Hoy en día la demanda del mercado de trabajo exige una especialización a las personas que quieran acceder a puestos de trabajo de mayor nivel y con mejores condiciones.
Para el Dr. Cebrián, la solución pasa por una mayor oferta semipresencial u online de los grados o estudios de máster y posgrado. Las nuevas tecnologías hacen nuestra vida más sencilla, y lo más importante es que permiten conciliar la vida académica con la laboral. Es el pez que se muerde la cola: si necesitamos mayores ingresos para poder cubrir nuestro nivel de vida así como el aumento de tasas, no podemos dejar de trabajar para estudiar, ya que entonces no tendríamos como pagarlo, y sin la formación, ¿cómo encontrar un trabajo como profesionales de nuestro ámbito?. Gran ejemplo de ello son los grados en ADE, Derecho y sus respectivos dobles grados que ofrece CEDEU. Los contenidos de cada programa académico siempre están disponibles, a cualquier hora, día y desde cualquier lugar del mundo. Tan solo se requiere un dispositivo con acceso a Internet y la constancia del usuario en acceder a la plataforma de la misma manera que puede acceder a cualquier otra aplicación de sus dispositivos.
En palabras del Dr. Alfonso Cebrián, “la educación online ha venido para quedarse”. Y es que, gracias a Internet, al esfuerzo de los centros universitarios y las nuevas tecnologías, la formación online no es sinónimo de pérdida de calidad. Las plataformas existentes en los campus virtuales permiten a los estudiantes compartir conocimientos, intercambiar opiniones, realizar trabajos en equipo e interactuar con el equipo docente. Además, significa un plus para su currículum, ya que quedaría latente la capacidad de los alumnos de trabajar en proyectos a distancia así como su grado de compromiso, del mismo modo que el conocimiento de las nuevas tecnologías, valores todos ellos cada día más importantes en las empresas.
Alumnos de las diferentes universidades españolas, ya sean públicas o privadas, coinciden en que los programas educativos deben incorporar progresivamente conocimientos prácticos, y qué mejor manera que con la realización de prácticas externas en empresas del sector en cuestión. Jaime Montero Moreno –estudiante de Periodismo en la URJC- realizó sus prácticas en RTVE y asegura que “las prácticas externas son indispensables para tener una verdadera experiencia laboral de cara a la incorporación al mercado de trabajo”.
La estudiante de Psicología de la UNED Paula Merino defiende que “durante la carrera adquieres los conocimientos, pero en las prácticas los aplicas”. En esta línea, Izabela Pecherska –estudiante de la URJC y becaria de Las Otras Comunicación- destaca el acierto de este tipo de prácticas por la presencia de un tutor, necesario, porque “es un periodo en el que aún estás aprendiendo”. La capacidad de adaptar los conocimientos teóricos al mundo laboral es la clave de este proceso para Raquel González –estudiante de Ciencias Ambientales en la UAM- porque “no es lo mismo trabajar en un laboratorio controlado que trabajar de forma independiente y con un equipo que no conoces”.
La innovación dentro del ámbito universitario es una de las señas de identidad de CEDEU en su afán de alcanzar la excelencia académica. Los grados ofertados, tanto presenciales como semipresenciales, están estructurados para que cada persona logre un completo desarrollo tanto a nivel personal como profesional y pueda encarar los retos del mercado laboral del siglo XXI.
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