Un estudio de la organización Davidson Institute advierte que las personas con mayor coeficiente intelectual comparten hasta cinco rasgos diferenciadores en su personalidad.
Las personas superdotadas son, por lo general, aquellas que cuentan con un coeficiente intelectual igual o superior a 130. Sin embargo, los test de inteligencia a los que someten a estas personas inteligentes no siempre son exactos y muchos especialistas combinan este indicador con otros factores de la personalidad, aprendizaje o desarrollo. De hecho, en muchos casos estas personas se enfrentan a numerosos retos como la estigmatización, la falta de comprensión o la tendencia a que sean excluidos por sus círculos cercanos, apuntan el psiquiatra Grant Hilary Brenner en Psychology Today.
Un estudio realizado por la organización estadounidense Davidson Institute, que se dedica a apoyar y fomentar el desarrollo de los jóvenes superdotados, apunta que más allá de esa inteligencia innata, estas personas cuentan con hasta cinco rasgos distintos al resto del mundo que facilitan el mayor aprendizaje. «Las personas superdotadas exhiben las siguientes tendencias: comprensión rápida, comprensión intuitiva de los fundamentos, una tendencia hacia la complejidad, la necesidad de precisión, altas expectativas, intereses divergentes y un peculiar sentido del humor», detalla el experto en psiquiatría en base a la investigación de la asociación.
Desarrollo asíncrono
Aunque los factores mencionados anteriormente son los más comunes, Hilary Brenner destaca otro detalle que también contribuye a su aprendizaje rápido. La clave de todo es el desarrollo asíncrono, es decir, en muchos casos estas personas destacan en algunas materias como matemáticas, química o incluso idiomas, pero no lo hacen tanto en otras o incluso sacan peores notas. Esto contribuye a que en muchas ocasiones los niños no sean valorados como personas muy inteligentes e incluso consideran que les falta poner interés en otras asignaturas.
De hecho, el doctor destaca que «mientras las personas superdotadas a veces son estereotipadas por tener personalidades torpes o inadaptadas, menor extroversión, menor amabilidad y un neuroticismo más alto, esto no se correlaciona con el talento. Igualmente, ser superdotado no garantiza el éxito, pero contribuye cuando se maneja adecuadamente», destaca el doctor.
La investigación de Davidson Institute apunta que nuevos enfoques educativos donde se promueva en mayor medida habilidades como la imaginación, la creatividad y el pensamiento lateral podrían ayudar a estos niños y jóvenes a desarrollar más sus capacidades. Además, esto contribuirá al resto de estudiantes.
Fuente: lainformacion.com