El no poder aprender bien las matemáticas puede ser un aviso de que el estudiante podría tener discalculia.
El retorno a clases ha sido uno de los pedidos más hechos por los padres y alumnos y esto se debe a que en la mayoría de casos, tanto como los menores y sus progenitores han coincidido en que el aprendizaje no es el mismo cuando se compara la educación virtual con la presencial, sobre todo si el alumno se encuentra en una edad temprana.
Existen cursos que de por sí en la modalidad presencial ya presentaban cierta dificultad al momento de explicar y que los alumnos entiendan, esto se ha ahondado más con las clases virtuales. Y ese es el caso de los cursos de bases matemáticas. En los últimos meses ha surgido una palabra poco conocida en el ambiente educativo y es la discalculia ¿de qué se trata y qué significa?
¿QUÉ ES DISCALCULÍA?
La discalculia es un trastorno en el aprendizaje de la matemática relacionada a comprender conceptos numéricos, como su memorización, la distinción entre cantidades, reconocimiento de dígitos y fluidez del cálculo. Al igual que otras dificultades de aprendizaje, la discalculia no es una incapacidad para aprender, al contrario, la persona puede aprender pero tiene una manera distinta de procesar la información matemática.
Los especialistas mencionan que el proceso de aprendizaje de matemáticas para los niños que tienen discalculia debe hacerse de forma personalizada.
“Los niños con discalculia deben aprender matemáticas de forma personalizada, para que puedan avanzar sin frustración a una aplicación más abstracta de los números. La educación debe ser inclusiva y respetuosa del potencial de cada niño”, indicó Javier Arroyo, experto en aprendizaje virtual de Smartick.
¿CÓMO IDENTIFICAR LA DISCALCULIA?
Para poder identificarla es cuestión de poner atención en cosas cotidianas como por ejemplo, el no poder leer un reloj de agujas, mostrar dificultad para memorizar teléfonos, dificultad para leer y escribir cantidades, errores en la comprensión del sistema decimal, o si resulta difícil hacer cálculos mentales, entre otros casos. Esto puede llegar a causar frustración en los niños y baja autoestima, llegando a desarrollar ansiedad ante los deberes escolares, lo cual a primera impresión se podría “señalar” como flojera “y que no le gusta el curso”, haciendo que el problema real sea aún más complicado de identificar.
Con el objetivo de dar visibilidad a este trastorno de aprendizaje, se ha desarrollado un test de discalculia, una herramienta estandarizada, online y gratuita para niños de primero a cuarto de primaria, que permite identificar el riesgo de discalculia en solo 15 minutos, mediante pruebas simples de diferentes habilidades matemáticas. Esta herramienta ha sido creada por Smartick en colaboración con expertos de las universidades de Málaga y Valladolid.
“Al ser identificada una dificultad específica en el test, lo recomendable es ir con un especialista que confirme el diagnóstico y descarte que no hay otra condición que pueda explicar su bajo rendimiento”, precisa Javier Arroyo.
Tener dificultades matemáticas también puede responder a baja motivación, un método inadecuado de enseñanza, poca exposición a los números o niños con necesidades educativas especiales no identificadas. Por eso la importancia de un diagnóstico temprano y adecuado.
DATO: Es importante tomar en cuenta que con el avance de la tecnología, existen diferentes herramientas de inteligencia artificial aplicada a la educación, las cuales resultan ser un gran aliado para casos como la discalculia.
Fuente: infobae.com