Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se integran en cualquier ámbito de la sociedad. También deben formar parte del ámbito educativo. Se presentan como instrumentos capaces de transformar la concepción del aula como espacio formativo único, y la pizarra y el libro de texto como recursos didácticos por excelencia.
La competencia digital es una de las competencias clave del currículo de Educación Primaria y Secundaria. De hecho, según las Recomendaciones del Parlamento Europeo, es una de las principales competencias que nuestros estudiantes deben haber adquirido al finalizar la enseñanza obligatoria. Las que les permitirán adaptarse de manera flexible a un mundo que cambia con rapidez y muestra múltiples interconexiones.
Es una competencia transversal, que nos permite adquirir otras, y que se relaciona con las habilidades del siglo XXI que deberíamos alcanzar todos los ciudadanos para asegurar nuestra participación activa en la sociedad y la economía.
La formación del docente
En la adquisición de esta competencia por parte del alumnado, el maestro tiene un papel fundamental de formador e intermediario. Desarrollar correctamente la competencia digital en el sistema educativo requiere que los docentes tengan la suficiente formación en dicha competencia. La introducción de las TIC en las aulas, sin una adecuada competencia digital de los docentes, no asegura la mejora de la calidad educativa.
La competencia digital docente se ha convertido en una de las competencias básicas del profesor del siglo actual. Se ha definido como el conjunto de capacidades y habilidades que llevan a incorporar y utilizar adecuadamente las TIC como recurso metodológico, integrado en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Las TIC se convierten así en Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento (TAC), con una clara aplicación didáctica.
En España, la organización responsable de regular la competencia digital docente es el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF).
Cinco áreas de aprendizaje
La competencia digital de un docente implica desarrollar conocimientos, habilidades y destrezas dentro de cinco áreas estrechamente relacionadas.
- Información y alfabetización informacional: consiste en identificar, recuperar y analizar información digital.
- Comunicación y colaboración: hace referencia al uso de herramientas y recursos digitales para conectar y colaborar con otros.
- Creación de contenido digital: se relaciona con el dominio de herramientas para crear nuevos contenidos (imágenes, textos, vídeos, infografías…).
- Seguridad: hace referencia al conocimiento y dominio de herramientas para la protección de datos, la identidad digital y el uso seguro y sostenible de las tecnologías.
- Resolución de problemas: implica habilidades para seleccionar las herramientas digitales adecuadas en cada situación, capacidad para resolver problemas técnicos y adaptarse a los nuevos cambios en lo que a la propia competencia digital se refiere.
Diferentes formas de enseñar
Las TIC pueden ser utilizadas por el profesorado para seguir un modelo pedagógico tradicional, de transmisión–recepción, o pueden ser utilizadas para dar respuesta a los desafíos de la sociedad actual.
Las estrategias tradicionales no dan respuesta a las necesidades formativas de los estudiantes, que debe aprender a vivir en una sociedad globalizada, digitalizada, intercultural, cambiante y que produce cantidades ingentes de información.
Se requieren formas de enseñar diferentes, y uno de los mayores desafíos es evolucionar a modelos en los que el alumnado participa activamente de su proceso de aprendizaje, elabora propuestas concretas y construye significados a partir del contenido.
En la actualidad, la utilización de modelos de aprendizaje activo centrados en el estudiante requiere la formación del docente en las cinco áreas de la competencia digital. Dichos modelos, frecuentemente, se apoyan en plataformas virtuales que requieren el uso de herramientas digitales de acceso a la información, de colaboración entre compañeros, de generación de nuevos conocimientos y recogida de información sobre el progreso del estudiante.
Las carencias de los docentes
Sin embargo, existen estudios que han detectado carencias en la formación inicial de los futuros docentes en lo que a competencia digital se refiere. Esta podría ser una de las principales razones para el fracaso de la integración curricular de las TIC en la educación.
En la mayoría de los casos la formación de los docentes en competencia digital suele estar limitada a cuestiones de carácter exclusivamente instrumental. Se deja de lado la implementación de prácticas pedagógicas innovadoras en las que se afiancen estas tecnologías.
La formación del docente debe atender a la integración de tres tipos de conocimientos: el conocimiento de contenidos, el conocimiento pedagógico y el conocimiento tecnológico. De esta forma el docente podrá integrar lo que sabe sobre la materia a impartir, los métodos didácticos adecuados a la materia y su alumnado, así como la tecnología para enseñar mejor un contenido concreto.
El tipo de enseñanza y aprendizaje que experimente el futuro docente durante su formación determinará qué opción escogerá durante su ejercicio profesional. De ahí la importancia de una correcta formación inicial del futuro profesorado en el uso y aplicación de modelos de aprendizaje activo que integren la tecnología más adecuada a la materia a impartir.
Metodologías activas en la formación
En la Universidad Internacional de La Rioja, preocupados por esta necesidad, se han diseñado propuestas pedagógicas para la formación del futuro docente de Educación Primaria y Secundaria en los aprendizajes vinculados a su formación universitaria y en competencia digital. Dichas propuestas se han basado en el uso de metodologías activas apoyadas en herramientas digitales. Además, pretenden que el alumnado descubra el potencial de esta forma de aprender para que pueda aplicar estas estrategias educativas en su práctica profesional futura.
Los futuros docentes, tras cursar las materias en la que se implementó la propuesta pedagógica, mejoraron en todas las áreas propuestas por el INTEF para la competencia digital: alfabetización informativa, comunicación y colaboración, creación de contenidos digitales, seguridad y resolución de problemas.
Creemos que al vivir en primera persona estos procesos de aprendizaje, los estudiantes podrán desarrollar mayores niveles de confianza y competencia en el uso de la tecnología en sus aulas.
Fuente: Prof. Carmen Romero García/ UNIR/ theconversation.com