Más del 90% de los jóvenes de entre 14 y 16 años está presente en las redes sociales | Los expertos creen necesario que se formen desde la escuela para saber comportarse y tener un pensamiento crítico en internet
Hasta el año 2000, internet era un vasto continente habitado solo por inmigrantes digitales -personas que se habían tenido que adaptar a los cambios tecnológicos-. Cuando las primeras generaciones nacidas en el siglo XXI desembarcaron en la red les apodaron ‘nativos digitales’, porque se habían criado entre ‘smartphones’, ‘tablets’ o las ondas del wifi. Pero nacer rodeados de la última tecnología no implica saber usarla de forma segura y responsable. Actualmente más del 90% de los jóvenes entre 14 y 16 años tiene un ‘smartphone’ y perfiles en redes sociales como Instagram, Twitter o Facebook, pero menos de una cuarta parte de ellos ha recibido información para desarrollar el pensamiento crítico para valorar los contenidos (22%). Así se deriva del estudio ‘Las Tic y su influencia en la socialización de adolescentes’, realizada por Google, Fad y BBVA, basado en encuestas a 1624 estudiantes de la ESO.
«Nosotros no somos muy partidarios de usar el término nativos digitales, porque da lugar a una falsa sensación de seguridad. Los chavales no tienen un cerebro más preparado que nosotros para entender las nuevas tecnologías, lo que ocurre es que ellos no tienen un sesgo que les impida aprender las cosas antes. Las generaciones anteriores tienen una predisposición de cómo funcionan las cosas, así que les cuesta más cambiar a un entorno digital. Pero aprender antes no desarrolla un juicio crítico, por mucho que aprendan rápido a mandar mil memes o todas las funcionalidades de Whattsapp», explica Manuel Ransán, coordinador de Internet Segura for Kids (IS4K), una plataforma puesta en marcha por el Ministerio de Economía para formar a educadores y jóvenes en el uso responsable y crítico de internet.
Estos conocimientos se han convertido en los últimos años en la asignatura pendiente del sistema educativo español. Los pedagogos inciden en la necesidad de que cada niño conozca y construya su propia identidad digital, por eso, el pasado 18 de enero se aprobó la nueva Ley Orgánica de Protección de Datos, que incluye una garantía de derechos digitales, como el derecho a la educación en este área. «De hecho establece que todos los planes educativos deben incluir módulos para aprender a usar nuevas tecnologías, que sean respetuosas con los derechos y la dignidad humana, la intimidad y la privacidad. Esta ley refuerza un poco lo que antes estaba contemplado, también la formación específica a profesores. Sin embargo, pese a que esté reflejado en la ley, luego es muy difícil llevarlo a la práctica», añade Ransán.
Antes de que las diferentes Comunidades Autónomas adapten sus planes de estudio a esta nueva ley, nos preguntamos ¿qué conocimientos y habilidades habría que incluir en una futura asignatura obligatoria de Ciudadanía Digital?
1.-Comportamiento
Guardar la ‘netiqueta’
De la misma forma que existe un código de comportamiento o de vestimenta para el trabajo, la discoteca, un partido de fútbol o un restaurante, internet tiene su propia etiqueta, la ‘netiqueta’ (que deriva del término inglés ‘net’, red en español). Este protocolo ha sido creado por los propios usuarios de la red para evitar el fraude, las faltas de respeto o, incluso, las ‘fake news’. Conocer estas reglas y saber usarlas es básico para relacionarnos en las redes sociales.
«Al igual que tenemos unas normas sociales en nuestro día a día que nos permiten interactuar con los demás de una manera saludable, es decir, una etiqueta como saludar, no gritar en la calle o ceder el paso en ciertas situaciones, en internet tenemos la ‘netiqueta’. La regla básica de convivencia es la de no hacer nada que no te gustaría que te hicieran, también detalles como no escribir en mayúsculas, que equivale a gritar, no esperar a que te respondan un Whattsapp al momento de escribirlo, no enfadarte por eso. Cuando envías un correo a mucha gente que no se conocen entre ellos, enviarlo con copia oculta. Estas normas son fundamentales para que la red no se convierta en el salvaje oeste», advierte Ransán.
2.- Intimidad
Identidad digital positiva
Una de las claves en este aspecto es tener en cuenta que en internet los amigos de mis amigos no son mis amigos. Hay que tener claro que en las redes sociales es más fácil perder el control de la privacidad al mandar una foto o compartir datos íntimos por la velocidad a la que circula la información. Algo que muchos jóvenes no tienen claro aún.
«Hay que asegurar la protección con los menores y también promocionar una identidad digital positiva. Saber gestionar la privacidad de manera acorde, entender los riesgos de publicar ciertas cosas, la implicaciones que pueden tener de futuro para ellos a nivel profesional o personal. Evitar el ‘sexting’, envíos de fotos de contenido sexual o el ‘cyberacoso’, el derecho a la intimidad y la imagen de terceros. Saber identificar el acoso sexual en redes sociales, el conocido como ‘grooming’», aconseja el coordinador de IS4K.
3.-Salud
Evitar un uso excesivo
Una de las preocupaciones más comúnes de los padres son las horas que sus hijos pasan frente a los ‘smartphones’, las ‘tablets’ o los ordenadores. Según un estudio de la Universidad de Oxford publicado en 2018, los jóvenes entre 12 y 18 año pasan una media de entre 5 y 7 horas al día conectados a internet.
«Trabajar con el uso equilibrado de las tecnologías, para que estas nos aporten y no nos dominen, que no afecten a nuestra salud. Es una de nuestras principales preocupaciones y el motivo por el que más llamadas recibimos por parte de las familias», reconoce Ransán.
4.-Conocimiento
Alfabetización mediática
El conocimiento nos permite distinguir una noticia falsa de una verdadera, estar mejor informados y, por tanto, mejor formados en temas como la política o la sociedad que nos rodea. Por ello, también es algo básica la alfabetización mediática. «Tener un juicio crítico frente a los bulos y noticias falsas que circulan por la red. Saber evaluar la información y tomar decisiones con criterio».
5.-Seguridad
Diferenciar entre contenidos apropiados e inapropiados
La red está llena de contenidos valiosos, desde aprender a freír un huevo hasta los últimos avances en robótica. Pero lanzarse a navegar a través de un buscador en internet nos puede llevar a puertos indeseables. «Es una de las grandes preocupaciones de educadores y padres. Que los niños tengan acceso a esos retos virales peligrosos, que promuevan prácticas de riesgo. Acceder a comunidades peligrosas como puede ser anorexia, bulimia, pornografía o violencia. Para ello hay que trabajar con la industria».
6.-Seguridad
Protegerse de fraudes y virus
Tener respeto por los demás y saber qué páginas pueden ser perjudiciales no es suficiente. La red está llena de timos y virus que pueden descargarse con solo hacer ‘click’ en un enlace malicioso que aparentemente esté camuflado como un contenido amable. Esto le puede llegar a pasar incluso a los usuarios más expertos. Por ello también es necesario tener conocimientos de cómo configurar un equipo e instalar un buen antivirus para estar protegidos contra este tipo de fraudes.
7.-Implicación
Los padres deben interesarse
Quien piense que basta con que los jóvenes adquieran este tipo de conocimiento en la escuela va muy desencaminado. Los padres deben implicarse en la educación de sus hijos y en el caso del mundo digital es necesario adquirir conocimientos tecnológicos para prevenir situaciones desagradables, es decir, ser también usuario proactivo de internet.
«Como padres tenemos una responsabilidad, no solo éticamente, también por ley. Eso es complicado, pero nos obliga a prestar atención a este nuevo entorno en el que se desenvuelven los menores. No se trata de que seamos expertos, seguramente los chavales manejen la tecnología mejor que nosotros, pero hay que invertir el tiempo en preocuparse por todo esto, en implicarse», señala Ransán.
Fuente:diariosur.es
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