Gómez María Valeria
Consultora REDEM – Argentina
«No hemos de preguntarnos qué necesita saber y conocer el hombre para mantener el orden social establecido; sino ¿qué potencial hay en el hombre y qué puede desarrollarse en él? Así será posible aportar al orden social nuevas fuerzas procedentes de las jóvenes generaciones. De esta manera siempre pervivirá en el orden social lo que hagan de él los hombres integrales que se incorporan al mismo en vez de hacer de la nueva generación lo que el orden social establecido quiere hacer de ella».
Rudolf Steiner
Como docentes estamos cada vez más convencidos que nuestras prácticas escolares necesitan reinventarse; que es necesario revisar, resignificar, modificar, enriquecer y hasta cambiar, no sólo muchas de las estrategias y modelos didácticos que están instalados en nuestras aulas, sino también, las formas de vincularnos con las familias y de trabajar juntos en pos de mejorar la calidad educativa. Mucho de lo que actualmente hacemos indefectiblemente resuena en el entorno inmediato de forma poco positiva, alejando cada vez más la familia de la escuela. Al buscar posibilidades, encontramos aportes muy valiosos en las pedagogías alternativas. Sin embargo, poco nos arriesgamos a probar con ellas, por el miedo a lo desconocido, por el temor a salirnos del camino que nos hicieron creer que debemos seguir y, porque nos es difícil corrernos de la concepción de hombre que sustentamos.
Afortunadamente, hay personas que transgreden los mandatos sociales y se animan a probar con nuevos ingredientes. Así es que entre las opciones presentes, la que más resuena, por la magnitud que ha tomado en el mundo, es la Pedagogía Waldorf, creada por el austríaco Rudolf Steiner (1861-1925). En este escrito, lo que interesa es poner de relieve la manera en que las escuelas waldorf obtienen resultados muy interesantes en la formación integral de sus estudiantes enfocando por el momento, en la relación familia y escuela. Algo de lo que podemos aprender mucho.
Para presentar argumentos alentadores de esta pedagogía que nos pueden ayudar a pensar desde una perspectiva más integral, vamos a utilizar elementos teóricos de la Neurosicoeducación. Por tanto, primero planteamos líneas generales de la Pedagogía Waldorf y la Neurosicoeducación, para luego focalizar en la relación familia-escuela.
- Consideraciones Generales de la Pedagogía Waldorf.
La Antroposofía es la base epistemológica y antropológica de la educación Waldorf, cuyos valores y percepciones impregnan el currículo y proporcionan a los docentes un conjunto de ideas con las que trabajan como individuos.
Steiner describió la Antroposofía “como un camino que busca conducir lo espiritual en el ser humano, hacia lo espiritual en el mundo. Sus ideas permiten guiar a los individuos hacia el desarrollo ético y espiritual, extender sus capacidades de pensamiento y juicio, su fuerza moral y sus facultades de percepción. Para Steiner, el individuo necesita “autocontrol sobre la dirección de los propios pensamientos, control sobre los propios impulsos a la acción, ecuanimidad ante el placer y el dolor, positividad en la actitud hacia el mundo que nos rodea, disposición a acoger la vida con una mente abierta”[1]. Este pensar es acompañado por cualidades como la paciencia, serenidad, respeto, reverencia, dedicación a la verdad, honestidad, entusiasmo por el trabajo, interés por el mundo, amor, gratitud y responsabilidad por los propios actos.
A partir del análisis de las dimensiones específicas del ser humano: el pensar, el sentir y la voluntad, Steiner sentó las bases de una educación que intenta responder a las necesidades de la sociedad actual. En sus escritos, afirma que una sociedad sólo puede conformarse y desarrollarse sanamente y de acuerdo a los requerimientos de la época, sólo si tiene en cuenta las dimensiones esenciales del ser humano.
De esta manera lleva a la práctica sus ideas respecto al funcionamiento de la sociedad desde la estructuración Trinitaria del Organismo Social, basada en la naturaleza del ser humano y en la divisa de Libertad, Igualdad y Fraternidad, según se tratara de los ámbitos cultural, jurídico y económico.
Esta visión del hombre y de la sociedad es la base del quehacer de las Escuelas Waldorf, tanto en la acción pedagógica como en su organización institucional, de autogestión colegiada e interacción socio-comunitaria. Los principios de Libertad en el pensar, Igualdad en lo jurídico legal y Fraternidad en lo económico rigen la organización institucional, funcionando operativamente en forma democrática y republicana. Por esto, se sustituye el orden jerárquico por una conducción colegiada en la que participan todos los docentes con iguales derechos y obligaciones. A nivel administrativo, los padres se organizan, junto a representantes docentes, en la Comisión Directiva y los diferentes grupos de trabajo incluidos en la esfera socio-comunitaria.
- Consideraciones sobre la Neurosicoeducación..
Por otro lado se hace referencia a la Neurosicoeducación cuya base es la neurociencia, como herramienta que presenta visiones muy potentes para utilizar en tiempos en que urgen los cambios a nivel educativo y social.
Son muchas las investigaciones a favor de la imperante necesidad de lograr que todas las personas puedan reconocer su mundo interno y tener un mejor manejo de sus emociones, puesto que se entiende que la fragmentación y los conflictos sociales se deben, en su mayoría, a una dificultad en encontrar una filosofía de vida que nos acerque a un reconocimiento de nuestro propio ser. En este sentido la Neurosicoeducación posibilita completar el desarrollo personal y de la inteligencia y expandir la conciencia humana. Así, las personas tienen mayores posibilidades de autoconocerse, conocer y comprender las conductas de los otros, afrontar desde un lugar más armonioso los conflictos y prevenir daños emocionales y cognitivos.
El punto de partida es comprender que el ser humano es una unidad Cuerpo-Cerebro-Mente (UCCM) determinada por el Medio Ambiente (MA). Esta UCCM-MA permite interpretar la realidad a través de los sentidos y lograr la trascendencia, pudiendo superar la mera supervivencia y competitividad que genera la sociedad actual caracterizada por la industrialización y la globalización.
La Neurosicoeducación posibilita superar la filosofía Hacer-Tener-Ser para conquistar un Ser- Hacer- Tener. ¿A qué nos referimos con esto?, la primera mirada se relaciona con el capitalismo, la competitividad y el individualismo, debido a que las personas se preocupan por hacer, por completar actividades que les den acceso al tener y finalmente sentirse bien por haberlo logrado, pero esto es una forma superficial de engañar a nuestra UCCM. En cambio, el Ser-Hacer- Tener es lo contrario, parte de la importancia de un ser interior equilibrado y sano que nos permita alcanzar una armonía a nivel individual y por ende abonar a una armonía a nivel social.
La Neurosicoeducación entonces, nos permite poder ejercer el autocontrol y la paz interior, al posibilitarnos conocer nuestra neurobiología y el funcionamiento de la misma de acuerdo a patrones evolutivos, genéticos y culturales. Este autocontrol permite manejar situaciones estresantes que provienen del ambiente externo y que tensionan nuestra UCCM. El hallazgo del autoequilibrio en la UCCM brinda las condiciones para acceder a una sociedad más justa y equilibrada donde las personas constituyan relaciones interpersonales respetuosas, cordiales, colaborativas y empáticas.
Para todo esto es necesario poner en práctica diversas maneras y caminos de hallar la paz, el autocontrol, la voluntad de hacer. Además es importante que nos encontremos con personas neurosicoeducadas que nos ayuden a transitar un sendero que posibilite el trascender.
III. ¿Qué puntos de encuentro entrelazan la Pedagogía Waldorf y la neurosicoeducación?
- Familias construyendo un sueño para sus hijos.
Las escuelas waldorf son instituciones autogestivas que nacen de la necesidad de grupos de padres en busca de una educación alternativa para sus hijos.
¿Porqué las familias comienzan a transitar el desafío de construir una escuela para sus hijos? Pues por la necesidad de mostrar una perspectiva más humanizante, más armónica con la naturaleza, donde los niños puedan vivenciar sus propios ritmos y crecer bajo una filosofía del Ser- Hacer-Tener. Hoy la Neurosicoeducación nos explica que esta necesidad del hombre, en un mundo altamente tecnificado y donde las relaciones humanas van perdiendo afectividad, es precisamente una actitud altruista y empática la que nos permitirá construir una mejor convivencia social. Desde esta perspectiva se intenta que las personas se conozcan a sí mismas para poder cambiar y modelar conductas que sean enriquecedoras en su relación con el mundo. Se trata de que los niños tengan la oportunidad de desplegar y afianzar la capacidad de empatía, de solidaridad, de cooperación, a partir del conocimiento de su UCCM, como formas de desarrollar una inteligencia intra e interpersonal que sea humanizante.
La consecución de las metas planteadas año tras año toman formas en el trabajo cooperativo y bondadoso de grupos de padres motivados por una educación que responda al ser. Esta unión va haciendo eco en la sociedad donde se inserta permitiendo que más familias se acerquen en busca de esta vivencia. El placer y la felicidad de las comunidades se materializa en la acción del trabajo mancomunado, logrando ser modelo de esfuerzo y dedicación para los hijos y mostrando cómo las voluntades y las cualidades de todas las personas tienen un lugar en la construcción y el alcance de los sueños.
- Decisiones conjuntas entre familias y escuela.
En las escuelas waldorf, las decisiones relativas a la organización escolar son acordadas por los miembros de toda la comunidad en reuniones cuyos temas son propuestos en función de las preocupaciones de padres y maestros. Además, las familias y los maestros se reúnen en diferentes comisiones de trabajo que permiten resolver las diversas cuestiones y atender los aspectos que una institución educativa de estas características requiere: cuidar la comunicación, planificar la construcción, acompañar al cuerpo de maestros en ciertos temas, garantizar el desayuno nutritivo para los niños, ayudar a los padres que no pueden hacer el aporte necesario para los salarios docentes, atender la limpieza de las aulas y el predio en general, organizar las finanzas y planificar actividades que permitan la entrada de dinero para sostener la escuela, entre otras tantas acciones. No hay jerarquías, todos trabajan en forma aunada con el propósito de cuidar la educación de los niños. Todas las opiniones son tenidas en cuenta, todos tienen voz, todos son responsables del cuidado de la escuela y de los niños, todos tienen responsabilidades y se sienten involucrados en los labores.
La descripción precedente lejos de ser un cuento de hadas, es un hecho que deja instala la visión de que “familia y escuelas pueden trabajar juntas en pos de una educación integral para sus niños”. En este caso se vislumbra el compromiso y la dedicación por parte de las familias y los maestros en el trabajo conjunto, en el hacer cotidiano, en la construcción no sólo de una infraestructura adecuada para los niños, sino también, en la construcción de vínculos afectivos y de confianza que permiten aprender de las crisis, que como en todas instituciones existen, afrontando los conflictos como oportunidad de crecimiento y enriquecimiento personal y colectivo.
El trabajo mancomunado de padres y maestros propicia un ambiente de colaboración y participación en el que los niños erijen una mirada de la colectividad como fuerza creadora, de la armonía como clima que posibilita la construcción de vínculos interpersonales intensos y de fraternidad.
¿Cómo la Neurosicoeducación viene a cobijar estas acciones? Como plantean Logatt Grabner y Castro (2013) “El fin de la Neurosicoeducación es el de contribuir a crear un mundo mejor, en donde las personas puedan prosperar y alcanzar a través de esfuerzo sus sueños, donde en todas las sociedades se respeten los derechos humanos, y en donde los individuos sean libres para elevarse hacia los estados más distinguidos de su ser” (pág. 7)
El trabajo solidario de familias y maestros es precisamente un ejemplo de creación de un mundo mejor, es mostrar cómo en la colectividad, las personas pueden prosperar y alcanzar los sueños. Es ejemplo de perseverancia, de organización, en donde se respeta la individualidad y en donde las capacidades de cada uno forman fortalezas cuando se despliegan y se aúnan con otras.
- Dos instituciones: un mismo fin.
Anteriormente se explicita cuál es el fin de la Neurosicoeducación, pero cabría preguntarse ¿Cómo se pretende alcanzarlo? La idea central es conocer y comprender cómo funciona nuestra UCCM, para reconocer cómo las conductas instintivas y de supervivencia tensionan nuestro accionar. Conocer el mundo interior posibilita modelar formas más hospitalarias y cooperativistas de vivir, logrando así la trascendencia.
De esta manera en las escuelas waldorf se trata de generar un ambiente donde los niños se sientan impulsados a trabajar con el otro en un fin. La autoobservación, la perseverancia y la tolerancia son cualidades requeridas en esta pedagogía que impactan de manera positiva en la constitución de la UCCM de cada niño. Las tareas de la pedagogía se centran en promover el desarrollo saludable en cada niño individual, permitirle realizar su potencial y ayudarlo a desarrollar las habilidades que necesitan para contribuir en la sociedad. Cuestiones que defiende e impulsa la Neurosicoeducación.
Desde las instituciones familiares hemos de asistir el camino al que invitan los maestros, ejercitando la voluntad de ejercer aquéllas cualidades requeridas. Para ello, el cuerpo docente acompaña los procesos aconsejando acciones saludables para cada niño en su particularidad.
Que los niños asistan a una escuela waldorf es entonces una tarea ardua, pero altamente gratificante. Invita a mirar su formación desde un lugar totalmente renovador, que tensiona nuestros pensamientos y nuestros legados familiares y sociales, nuestra forma de encarar el mundo; para finalmente encontrarse en un espacio de autoconocimiento, equilibrio, cooperación y voluntad.
La neurosicoeducación, viene a ser el hilo que conecta las voluntades de ambas instituciones (escuela y familia) en la tarea de formar en el ser, en el autoconocimiento y en el equilibrio interno saludable. Para la neurosicoeducación es esencial el logro de mentes equilibradas, y ese es un camino que transcurre con educación y buen trato. Por lo tanto, familia y escuela se encuentra en la desafiante tarea de propiciar el desarrollo de mejores personas.
En definitiva, las escuelas waldorf llevan a cabo, lo que la neurosicoeducación hoy plantea que es `Mejorar la educación emocional de los niños, para evitar interferencias en las funciones cognitivas, lo que permite autocomprender las conductas propias y ajenas, y las subjetividades, contando así con más herramientas para superar la fragmentación social’
Palabras finales
Lo expuesto es sólo una parte de lo que implica la Pedagogía Waldorf para los niños y para las familias, en función de la temática a la que se quiere aportar, sin embargo hay mucho más para revelar. Aquí se intenta mostrar cómo, dos instituciones tan valiosas para la humanidad, como lo son la familia y la escuela, pueden trabajar mancomundamente cuando hay convicción, certeza y compromiso. Nunca se está libre de conflicto, más aún, éste es tomado como situación de crecimiento y enriquecimiento para todos, y no como un suceso trágico, el conflicto forma parte de las sociedades y permite el crecimiento como tales. La neurosicoeducación por su parte, explica, desde el punto de vista neurocientífico, la posibilidad de generar cambios a nivel social a partir del conocimiento y control del propio mundo interno. Entonces educando en la libertad y en la emocionalidad, involucrando a las familias como ámbito inaplazable en tamaña tarea, sin dudas puede sembrarse la semilla para que las generaciones futuras sostengan una visión de conjunto y comunión ante la sociedad.
[1] Steiner, R.; Katz, E (1992) Aproximación a los ejercicios preliminares. Cuadernos Pau de Damasc. Barcelona.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Carlgren, F. (1989) Pedagogía Waldorf. Una educación hacia la libertad. La pedagogía de Rudolph Steiner. Informes del Movimiento Internacional de las Escuelas Waldorf. España: Ed. Rudolf Steiner.
Clouder, C., Rawson, M (2009) Educación Waldorf. Ideas de Rudolf Steiner en práctica. Ed. España: Rudolf Steiner.
Grabner Logatt, C., Castro, M (2013) Neurosicoeducación para todos. Neurociencia para el cambio. Asociación Educar. Versión digital. Argentina.
Steiner, R.; Katz, E (1992) Aproximación a los ejercicios preliminares. Cuadernos Pau de Damasc. Barcelona
Turner, L., Céspedes, B (2001) Pedagogía de la Ternura. Caracas: AELAC
Síntesis de la trayectoria profesional de la autora.
Valeria Gómez
Neurosicoeducadora, Máster en la Enseñanza de las Ciencias, Profesora de Biología y ex madre Waldorf. Actualmente es profesora de Neurofisiología del Comportamiento y formadora en el Consejo Provincial de Educación de la Provincia del Neuquén en donde se desempeña como parte del equipo de trabajo de la Dirección de Programación y Proyectos. Es consultora de REDEM. Se ha desempeñado como Profesora en Institutos de Formación Docente, así como en escuelas de educación media de la provincia de Buenos Aires, Santa Cruz y Neuquén. Capacitadora en programas nacionales y provinciales para distintos niveles educativos.