La Gestión Transdisciplinar del Conocimiento de las Ciencias Naturales, no solo es un avance en su manejo transdisciplinar, sino que también abona y se une a los procesos emergentes de la humanidad en sus esfuerzos en reconocer la unidad del conocimiento, del hombre, y de la conciencia cognitiva de nuestro intelecto.
La “Naturaleza humana, cuyos 24 niveles de conciencia cognitiva del pensamiento multidimensional, estudiadas por la Teoría del Campo Unificado de la Educación, generan 24 dimensiones pedagógico-cognitivas, como son lo biológico, psicológico, social, ego, mente, conciencia, espiritual, intuitiva, transcendental, autotransformativa, emocional, energética, fabril, científico-legal, virtual, comunicacional, inteligente, sistémica, cibernética, transdisciplinar, política, lúdica, cognitiva, energética, dialéctica, con las cuales debe trabajar la educación del futuro. En dicho sentido, la gestión transdisciplinar del conocimiento realmente es un avance, no desde las Ciencias Naturales, sino para las Ciencias naturales”. (Mario Vargas:2024)
Existen en las raíces del pensamiento cuántico, biológico y complejo, células epistemológicas que pueden ser la base del proceso de construcción del conocimiento, el desarrollo del aprendizaje, el conocimiento en red, los procesos de autoorganización, la enseñanza y la propia creatividad.
De allí que la propuesta de transdisciplinar el conocimiento, es un aporte a la educación del Perú, pues gira en torno a la identificación de la vida con el conocimiento y a considerar a esta como origen y propósito de la acción educativa. Es a partir de la multidimensionalidad del ser humano que se ha construido una propuesta que en último término busca contribuir a lograr el desarrollo integral de la persona y de una sociedad sustentable.
Con ayuda del método científico hemos adquirido una visión global del mundo físico. Ahora la gran aventura está empezando a volverse hacia dentro, hacia nosotros. En las últimas décadas las ciencias naturales se han extendido hasta alcanzar las fronteras de las ciencias sociales y de las humanidades.
Cualquiera que sea la valoración de los éxitos obtenidos, la fe que los pensadores de la Ilustración tenían en la ciencia estaba justificada. En la actualidad, la gran divisoria dentro de la humanidad no es entre las razas, o las religiones, ni siquiera, como se suele creer, entre los cultos y los analfabetos. Es el abismo que separa las culturas científicas de las precientíficas. Sin los instrumentos y el saber acumulado de las ciencias naturales (física, química y biología), los seres humanos estarían atrapados en una prisión cognitiva.
La ciencia no es una filosofía ni un sistema de creencias. Es una combinación de operaciones mentales que se ha convertido cada vez más en el hábito de gentes educadas, una cultura de iluminaciones a la que se llegó por un giro afortunado de la historia, que produjo la manera más efectiva jamás concebida de conocer el mundo real.
Un sistema unido de conocimiento es la manera más segura de identificar los ámbitos de la realidad todavía no explorados. Proporciona un mapa claro de lo que se sabe, y enmarca las cuestiones más productivas para la indagación futura.
La multidimensionalidad de la unidad del conocimiento, cuyos niveles dimensionales de la conciencia cognitiva, son generados por 24 dimensiones cognitivas pedagógico-didácticas del pensamiento multidimensional de la mente, como se puede observar en la imagen que a continuación se presenta.
La Teoría del campo unificado de la educación y su expresión pedagógica-didáctica de 24 dimensiones, es una de las propuestas más avanzadas para la unificación del conocimiento, a partir del diseño de procesos transdisciplinares en la educación, especialmente… en la unificación de los procesos de las ciencias naturales con las ciencias sociales y la antropología, pues subsume a las inteligencias múltiples, emocionales y sociales. Es una propuesta en construcción para la educación del futuro.
Trabajar en el modelo de la transdisciplinariedad requiere del docente, trascender a su especialidad profesional y ello implica una capacitación en diferentes campos que abarcan desde la percepción del área o asignatura, hasta las actitudes, habilidades, metodología, etc. para lograrla, por lo menos, interconectarla con las otras ciencias o campos del conocimiento.
Se requiere consolidar en los docentes de tal especialidad, capacidades para diseñar sesiones de aprendizaje más allá del enfoque conceptual del tema en estudio. Tales diseños, deben permitir que el tema trabajado sea congruente con la realidad y responda obligatoriamente a la formación integral del estudiante. Ello evidencia la humanización de la praxis pedagógica. Educar en la transdisciplinariedad, es un reto humanizante.
La humanización del proceso pedagógico, debe ser el objetivo fundamental en la interacción con los estudiantes. Por tanto, es necesario precisar el constructo humanización, ya sea desde la perspectiva antropológica, desde la política o desde la ciencia.
Autor: Dr. Wilter Aro Fasanando
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