El abandono académico temprano del alumnado en España ascendió al 13,9 % en 2022, lo que supera la media de la UE (9,7 %). Todavía más preocupante resulta saber que los alumnos extranjeros duplican la tasa del abandono escolar, sobre todo teniendo en cuenta que 1 de cada 6 residentes en España ha nacido en el extranjero (15,8 % de la población total).
Estos datos contradicen la creencia común de que el multilingüismo y la multiculturalidad representan una ventaja educativa.
Causas del abandono
En una serie de encuestas recientes, nuestra investigación ha identificado dos tipos de causas del abandono escolar: endógenas (vienen del interior, siendo personales y relacionales/familiares) y exógenas (externas, bien estructurales o institucionales).
Por ejemplo, este tipo de respuestas a la pregunta de por qué abandonaron los estudios podrían inscribirse dentro de las causas internas:
Simplemente dije: hasta aquí. No me veía capaz” (estudiante española, 22 años).
“Cuando vine aquí con 8 años me costó adaptarme por el idioma, un día salí llorando de la clase” (estudiante inglés, 22 años).
“Con la crisis, tuve que ayudar en el trabajo a mi padre. No voy a decir que por eso repetí 3º, pero sí influyó” (estudiante español, 21 años).
“Con su separación, mis padres lo que hicieron fue condicionar la vida de tres niños para siempre. Eso no es justo. A mí me marcó el no tenerlos” (estudiante ecuatoriana, 18).
Razones económicas y sociales
Dentro de las causas externas, a la dimensión económica se le atribuye un 38 % de peso en abandono escolar, y un 41 % a las causas escolares e institucionales. Estas son algunas respuestas obtenidas de la misma encuesta que se refieren a esta dimensión:
“En mi barrio yo abría la ventana y veía drogadictos, prostitutas… Yo lo tenía normalizado, era lo que veía en casa” (estudiante española, 27 años).
“Si tienes unos padres que han estudiado y les ha ido bien, pues es más fácil que te mantengas ahí. Pero si están «en el pavo” y no tienes orientación…“ (estudiante española, 21 años).
«Ahora mismo en mi casa estamos todos en paro. Solo tenemos los 600€ de la pensión de la abuela y unos poquitos ahorros de mi padre” (estudiante español, 27 años).
“Tienen fobia al estudio tal cual se da en los institutos (matemáticas, lengua, inglés, física). Todo eso es muy ajeno a su realidad y no lo encuentran nada práctico” (encuestado técnico de administración local, educación de adultos).
“Al pasar del colegio al instituto no hay un tutor que acompañe a los alumnos, que los motive, que esté con ellos y los oriente personal y académicamente” (encuestado del Tercer Sector –asociaciones y fundaciones– sector de la salud y adicciones).
El idioma y el estatus social
Aunque las causas citadas pueden darse tanto en el alumnado autóctono como extranjero, la población migrante se muestra más sensible hacia ellas.
Entre la población extranjera, sin embargo, hay factores que incrementan o disminuyen el abandono. Así, hablar español en casa reduce la brecha con los nativos entorno a un 35 % en la competencia lectora y científica, aunque no impacta en la competencia matemática.
El nivel socioeconómico y cultural de familias extranjeras aumenta el rendimiento académico (matemáticas, competencia lectora y científica) y reduce la tasa de abandono.
La falta del sentimiento de pertenencia al centro y mayor exposición al acoso escolar influyen negativamente en el rendimiento escolar y son más acentuadas en la población migrante.
Dos factores nuevos aportados por las encuestas citadas son los conflictos y la inadaptación con relación al grupo de iguales y la pérdida del valor social de los estudios en el ámbito social.
Ejemplos positivos
Como se puede observar, son muchos los factores que afectan el rendimiento académico tanto en el alumnado nativo como extranjero. Son factores que estigmatizan y marginan, perjudicando la inclusión en ambos casos. No obstante, resulta comprensible que la población migrante se muestra más sensible hacia ello.
Hay que considerar que la presencia del alumnado frustrado y desinteresado puede provocar que el ambiente de la clase entera se vea afectado. Puede ser útil el ejemplo de acogida de los migrantes en otros países.
Alemania financia cursos de alemán complementarios, contrata tutores adicionales para atender y acompañar de forma más personalizada el alumnado migrante, destina recursos económicos a las familias no pudientes para compensar las necesidades educativas y pagar clases de apoyo. Lógicamente, las mejoras socioculturales y económicas repercuten a su vez en las dimensiones personales y relacionales.
Otros gobiernos podrían copiar los modelos eficaces de prevención o atención al fracaso académico para mejorar la situación: contratar, por ejemplo, tutores adicionales para reforzar la materias generales para los alumnos autóctonos y acompañar con clases de lengua a los alumnos extranjeros.
Una experiencia concreta
Aquí cabe mencionar nuestra experiencia como profesores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla en la atención especial al estudiantado para prevenir el fracaso, acompañándolos en el aprendizaje durante su etapa educativa final.
Intentamos ayudarles a superar el trauma del posible fracaso académico anterior para no repetir la misma experiencia. Según los datos oficiales, el 8,7 % de los estudiantes españoles son repetidores en su etapa secundaria. Llegando a la universidad, muchos repetidores siguen con la necesidad de afrontar este tema y reivindican su derecho a una nueva oportunidad, a la atención más personalizada y al acompañamiento tutorizado más empático sin estigmatizaciones.
Para ello resulta útil asesorar al alumnado aplicando los principios psicológicos del acompañamiento emocional, el coaching, y los diálogos pedagógicos reflexivos.
Devolver la confianza
Otra experiencia positiva es ofrecer a los repetidores que colaboren en proyectos relacionados con temas de abandono académico para superarlo, desarrollar sus habilidades a través de otras disciplinas (como el deporte) o trabajar con los alumnos migrantes con sus lenguas maternas, descubriendo nuevos talentos y salidas.
Es vital devolver la confianza en sí mismos a los repetidores y fracasados, tanto nativos como extranjeros, para que avancen en su desarrollo e integración social y para que su despliegue, el multilingüísmo y la multiculturalidad, en su caso, pueda representar no un perjuicio, sino una ventaja para todos.
Fuente: Olga Koreneva Antonova / theconversation.com