Edith Gómez Benítez
Consultora REDEM – España
En el mundo ideal de los profesores y maestros, cada uno de los alumnos que pasara por su aula de clases sería ejemplarmente educado, se sentaría puntualmente en su asiento, prestaría atención a la clase sin dejar que ninguna distracción se interpusiera entre él y su educación, realizaría preguntas para aclarar cualquier duda y saldría al acabar el tiempo estipulado sin causar el menor problema… pero eso no ocurre. Ninguna clase se comporta así de bien.
Esto no es necesariamente un problema porque en la diversidad está lo interesante y si no tuvieras retos, tu trabajo sería verdaderamente aburrido. Al tratar con un grupo de personas nos exponemos a diferentes caracteres y maneras de comportarse, lo que hace la tarea de los maestros un poco más ardua sin importar el nivel en el cual estés impartiendo clases. Cada rango de edades tiene sus dificultades particulares, pero puedes superarlas si mantienes una mentalidad ganadora.
A pesar de que hayas encontrado tu vocación en la educación, muchos maestros y profesores se han tenido que encontrar en algún momento de sus vidas con un grupo que pone a dudar sus ganas de seguir en la enseñanza (por lo menos con ellos). Pero incluso los grupos más problemáticos pueden domarse con las técnicas correctas desde el principio.
Si por el contrario, no tienes ningún grupo particularmente difícil, pero se te hace relativamente complicado mantener la atención de todos y cada uno de ellos al momento de dar la clase, no estás solo. Para ayudarte con esa situación en específico hemos creado un listado de recomendaciones que te ayudarán a obtener y mantener la atención de tu clase durante el tiempo que sea necesario.
1.- Haz la clase interesante: no para ti, sino para el público al que va dirigida la misma. No puedes pretender dar las clases de la misma manera a chicos que recién están entrado a la secundaria y a aquellos que ya están a punto de irse a la universidad. Sin importar que sea la misma materia debes buscar la manera de hacerla interesante para tus alumnos.
De esta forma será más sencillo para los estudiantes prestar atención a la clase ya que sabrás como atraer la misma. Para hacer la clase interesante no solo tienes que hablar con seguridad, sino a veces de manera inesperada, introducir historias, crear listas enumeradas con la información que necesites hacer llegar a tus alumnos, entre otros.
En fin, usa tu creatividad de manera en que los estudiantes puedan identificarse con la clase o verla de forma relevante, en vez de que sea solamente un montón de teoría que deben escuchar decir al profesor. Para esto es necesario que prepares las clases con anticipación y hagas pruebas de ensayo y error para encontrar lo que mejor funciona con cada grupo.
2.- Usa diferentes recursos para enseñar: este punto se deriva del anterior, para poder hacer la clase interesante es necesario introducir diferentes recursos. Estos pueden ser:
2.1. Videos: los audiovisuales siempre despertarán la curiosidad de los estudiantes al principio. Trata de que los videos que muestren gocen de buena calidad de imagen, audio y no solo uses aburridos documentales. También puedes mostrar extractos de películas, programas de televisión o series contemporáneas para explicar o demostrar aspectos de tu materia.
Usando un grabador de pantalla harás que tus publicaciones o presentaciones en línea sean más atractivas con vídeos dinámicos que ayuden a darle valor agregado a tu información.
De esta manera no solo mantendrás la atención de tus alumnos, así también habrá mayores posibilidades de que comprendan la información y la retengan por mucho más tiempo.
2.2. Presentaciones en video beam: si tienes acceso a este aparato, úsalo y asegúrate de que el material que crees sea un apoyo para la clase en vez de robarse todo el protagonismo al tener demasiados elementos animados, colores o fotografías. El equilibrio es importante.
2.3. Mapas mentales hechos a mano o digitalmente
2.4. Audios de personalidades interesantes con información relevante para tu materia
2.5. Juegos, y muchos otros más que se te pueden ocurrir cuando estés preparando la clase. Si eres creativo, tendrás la atención (y el agradecimiento de tus alumnos).
3.- Haz pequeños recesos: si tu clase es muy extensa, trata de tomar breaks de 5 minutos entre los temas para que las personas puedan despejar un poco su mente antes de volver a concentrarse. La concentración es un recurso limitado, por eso no puedes tratarla como si se tratara de algo infinito.
Divide tus clases de manera que tengan una duración equilibrada. El tiempo en el que haces una pausa no lo pierdes, es una estrategia para que tus estudiantes puedan rendir más, porque cuando pierden la concentración, así te estén mirando y tú creas que lo estás haciendo bien, lo más probable es que sus mentes estén divagando por algún lugar. Tú también te beneficiarás de esa pequeña pausa, así que es una técnica con resultados ganar-ganar.
4.- Involucra: otra de las mejores maneras en las que puedes atraer la atención de tus alumnos es involucrándolos directamente a la exposición de la clase. Haz preguntas e interactúa con ellos cada vez que tengas la oportunidad de hacerlo.
Así sabrán que no pueden darse el lujo de dispersarse porque podrían quedar en evidencia cuando le pides que participe en el tema que estás explicando. Esta participación no tiene que ser demasiado formal siempre (pasar a la pizarra), hazlo dinámico y espontáneo, así será mucho más efectivo.
Estas técnicas requieren preparación y experimentación, nadie dijo que sería fácil, pero si sigues estos pasos y lo más probable es que logres esta meta, así como cualquier otra que te propongas exitosamente.