Flipped Classroom es un modelo pedagógico también conocido como aula invertida. Este método de enseñanza ha cobrado importancia en los últimos años ante la necesidad de cambiar el sistema tradicional de aprendizaje para adaptarlo a las necesidades actuales y, sobre todo, a los niños del siglo XXI. Con el Flipped Classroom se aprende haciendo y no memorizando.
La metodología Flipped Classroom es revolucionaria por naturaleza porque propone dar la vuelta a lo que se venía haciendo hasta ahora, poniendo en duda al sistema educativo clásico. Se trata de un sistema rompedor porque propone que los alumnos estudien y preparen las lecciones fuera de clase, accediendo en casa a los contenidos de las asignaturas para que, posteriormente, sea en el aula donde hagan los deberes, interactúen y realicen actividades más participativas (analizar ideas, debates, trabajos en grupo, etc). Todo ello apoyándose de forma acentuada en las nuevas tecnologías y con un profesor que actúa de guía.
Los grandes propagadores de la metodología Flipped Classroom son los profesores norteamericanos Jon Bergmann y Aaron Sams. Esta metodología educativa está cada vez más generalizada a nivel mundial en diferentes materias y etapas educativas.
Ventajas del Flipped Classroom
Los alumnos son los protagonistas
El alumnado es el protagonista de su propio aprendizaje y se implica desde el primer momento ya que les dota de responsabilidades, pasando de ser sujetos pasivos a activos. Pasan a ser actores en lugar de espectadores porque trabajan, participan, plantean dudas, colaboran en equipo, se organizan y planifican para realizar proyectos o resolver problemas…
Consolida el conocimiento
Este método da más tiempo para resolver dudas y consolidar conocimientos en clase. Al haber trabajado los contenidos y conceptos en casa, el tiempo en el aula puede dedicarse a resolver dudas, solucionar dificultades de comprensión o aprendizaje y trabajar los temas de manera individual y colaborativa.
Favorece la diversidad en el aula
Los alumnos pueden dedicar todo el tiempo que quieran a revisar los contenidos, para llegar a la comprensión perfecta. La ayuda de las nuevas tecnologías es fundamental: si los alumnos están visualizando una lección a través de un vídeo o gráfico interactivo, pueden pausarlo y repetirlo tantas veces como deseen. Además, en función de las dudas que tenga el alumno, el profesor puede realizar las adaptaciones pertinentes.
Aprendizaje más profundo y perdurable en el tiempo
Algo muy útil para desenvolverse sin problemas en la sociedad. Se consigue cuando el docente invierte más tiempo para crear, analizar y aplicar los conocimientos a la vida real. Además, la metodología Flipped Classroom tiende a que los alumnos recuerden o memoricen lo mínimo posible, la compresión es la base.
Mejora el desarrollo de las competencias por el trabajo individual y colaborativo
Desde las primeras etapas se fomenta la autonomía del alumno y promueve la competencia digital mediante el uso de nuevas tecnologías. También se desarrollan habilidades para organizarse, planificarse, intercambiar opiniones o tratar la información gracias al trabajo colaborativo.
Mayor motivación en el alumno
Identifican el método de aprendizaje como algo novedoso y divertido siendo conscientes de que son ellos los que asumen responsabilidades, toman decisiones, participan y trabajan mano a mano con sus compañeros para alcanzar objetivos comunes.
El uso de Flipped Classroom en las diferentes etapas educativas
Independientemente de la etapa educativa a la que nos enfoquemos, a la hora de introducir el flipped learning en el aula, la planificación es primordial. Una planificación que debe considerar las particularidades de cada etapa, así como los recursos de los que disponemos.
Así pues, en etapas como la de Educación Infantil (0-6 años), la aplicación de la metodología Flipped Classroom es compleja, pero no imposible. Hay materias en las que sí se puede desarrollar el Flipped Classroom, como en los conceptos matemáticos, conocimiento del medio o el proceso de lectoescritura. En estos casos es vital el apoyo de las familias, ya que en esta etapa son los padres los que tienen que utilizar las nuevas tecnologías al servicio del aprendizaje de los hijos.
Tras la etapa de Infantil llega Primaria (6-12 años). En este período es clave motivar a los alumnos para mantenerlos enganchados al proceso de enseñanza y aprendizaje. Es aquí donde más puede aparecer el fracaso escolar provocado por problemas emocionales, actitudinales o de motivación. La aplicación de la metodología Flipped Classroom servirá a los alumnos para motivarlos, aprender a trabajar en equipo, convivir en el aula y a crear un vínculo afectivo entre el colegio, el alumno y la familia.
La implantación de Flipped Classroom en Secundaria (12-18 años) conecta con una etapa complicada para muchos jóvenes por los cambios emocionales y de personalidad.
Las nuevas tecnologías se convierten en un instrumento que les atrae y les gusta. Estas, unidas al trabajo colaborativo entre alumnos o alumnos y familia, les proporciona un gran incentivo para aprender.
En la educación Superior la implantación de la metodología Flipped Classroom es más sencilla debido a la madurez de los alumnos. Es clave para modalidades de educación a distancia o en línea. El Flipped Learning aporta ventajas como visualizar tantas veces como sea necesaria los videos y no tiene limitaciones ni en espacio ni en tiempo.
Gracias a la metodología Flipped Classroom, los escolares aprenden haciendo y no memorizando, justo lo contrario del sistema educativo más tradicional. Además, desarrollan conocimientos y habilidades que les serán de gran utilidad en su día a día.
Fuente: unir.net