Es importante que tus hijos aprovechen el tiempo de estudio, pero, ¿cuántas horas deben dedicar cada día?
Es normal que los padres sientan ciertas dudas en cuanto al tiempo que deben dedicar los hijos a estudiar. Porque mucho no es bueno y poco, tampoco. Hay que encontrar el equilibrio entre el tiempo libre, el estudio y la capacidad del estudiante. Por eso, vamos a responderte la siguiente pregunta en este artículo: ¿cuánto tiempo deben dedicar tus hijos a estudiar?
Los niños necesitan adoptar hábitos de estudio y tener las herramientas necesarias para poder hacerlo con éxito. Por supuesto, tampoco les puede faltar el esfuerzo necesario para conseguir los objetivos diarios. Pero, también se deben tener en cuenta las horas que deben dedicar al respecto.
Aspectos que interfieren en el estudio
Hay algunos aspectos que interfieren en el estudio y que es necesario tener en cuenta para poder ser conscientes de su importancia y mejorar las técnicas de estudio. Veamos algunos de estos aspectos:
- Estado emocional: si un estudiante no está bien emocionalmente, no podrá estudiar porque su concentración no podrá ser de buena calidad. En este caso, tendrá interferencias mentales, lo cual perjudica la concentración.
- Falta de motivación: si un estudiante no tiene una buena motivación intrínseca para hacer las cosas con esfuerzo y tesón, será complicado.
- Tareas muy difíciles: las tareas o el estudio que los alumnos deben llevar a cabo debe estar acorde con su capacidad y con su edad. Si se les exige más de la cuenta pueden frustrarse muy pronto. También, si es demasiado fácil, pensarán que lo saben todo y no sentirán esa necesidad de aprendizaje. Deben tratarse de conceptos equilibrados de acuerdo con su capacidad.
Consejos para el estudio en casa
Para que el tiempo de estudio en casa sea una buena opción para tus hijos y también provechoso, se deben tener en cuenta una serie de consejos. Toma nota, así tus hijos consiguen aprovechar mucho mejor el tiempo:
- Tener un lugar tranquilo y sin distracciones. El espacio de estudio debe tener una buena iluminación, el mobiliario adecuado para ello y una temperatura adecuada, que no haga mucho frío ni mucho calor.
- Los hábitos de estudios se deben comenzar desde los 6 años. Así, a medida que crezcan y lleguen a la escuela secundaria, tengan menos problemas de aprendizaje.
- Para que adquieran el hábito hay que guiarles desde pequeños. No se trata de hacer las cosas por ellos, sino de orientarles para que encuentren las respuestas correctas.
- Tener un plan de estudio que sea realista. Se debe tener en cuenta la capacidad del estudiante, el tiempo disponible y que, al mismo tiempo, sea flexible.
Tabla orientativa de horas de estudio según la edad
Para saber cuántas horas debe estudiar un niño o adolescente hay que tener en cuenta su edad. Solo de esta manera podrás saber cuál es el nivel real de concentración del menor. Aunque, por supuesto que también se deberá tener en cuenta la idiosincrasia de cada estudiante.
Hay niños que tardan más en dominar la atención sostenida, por lo que el tiempo real de estudio dependerá del ritmo de cada uno. Por eso, es importante tener en cuenta cuál es la capacidad de concentración que puede tener un niño de acuerdo con su edad. Para ello, se debe prestar atención a lo siguiente:
- Niños de 6 años: atención de 15 a 30 minutos.
- Niños de 7 años: atención de 15 a 35 minutos.
- Niños de 8 años: atención de 15 a 40 minutos.
- Niños de 9 años: atención de 20 a 45 minutos.
- Niños de 10 años: atención de 20 a 50 minutos.
- A partir de los 10 años: atención de 1 hora y con pausas puede ir en aumento ese tiempo.
Recuerda que esta tabla es orientativa y que no hay que ser rígidos con respecto al tiempo de estudio. Es necesario ser flexible para que de esta manera el estudiante sienta su capacidad sin perder la motivación. En muchas ocasiones, son los propios niños los que marcan los tiempos por su ritmo evolutivo, por lo que hay que respetarlos.
La motivación del niño es clave
Al tener en cuenta todos estos consejos, podréis establecer un tiempo de estudio para los niños. Pero recuerda que siempre se debe respetar su propio ritmo y motivarle para que se dé cuenta de que el aprendizaje le aportará grandes beneficios. Un menor que tiene motivación por aprender, no tendrá problemas en hacerlo y en adquirir unos buenos hábitos de estudio.
Fuente: María José Roldán / eresmama.com