Desde una deficiente conexión a internet hasta la ansiedad generada por la pandemia, pueden afectar la experiencia de aprender online.
El cambio del entorno educativo presencial al online, y, actualmente, híbrido, fue repentino en el sector educativo. Los maestros han tenido que aprender a lidiar con la adversidad y encontrar nuevas formas de guiar a los estudiantes en el nuevo proceso de aprendizaje. Los problemas a los que se han enfrentado han sido variados, desde los relacionados con la conexión a internet, por otro lado, los padres también trabajando de forma remota, y toda la ansiedad generada por la pandemia ha requerido, y aún requiere, resiliencia y paciencia por parte de padres, alumnos y profesores.
De acuerdo con Belén Correa, directora regional para América Latina de Turnitin, empresa global de tecnología educativa, los desafíos eran muchos, pero los educadores no escatimaron esfuerzos para continuar promoviendo buenas prácticas educativas en medio de la pandemia. “Los desafíos de la educación a distancia e híbrida afectan a instituciones, educadores, estudiantes y familias. La enseñanza completamente a distancia no es una tarea fácil, pero unir a las modalidades presencial y en línea pueden ser un desafío aún mayor para asegurar el proceso de aprendizaje. Sin embargo, con la colaboración de todos para encontrar alternativas, es posible superar algunos de los obstáculos e incluso crear nuevas prácticas que se puedan llevar adelante. La tecnología educativa que apoya el
proceso de evaluación y el desarrollo del pensamiento original del estudiante, por ejemplo, es una ayuda tanto en la modalidad remota, híbrida como la presencial”.
Los retos del aprendizaje remoto e híbrido
1. Concentración. Para un profesor puede resultar difícil mantener la atención de los alumnos durante una clase remota, y ese ha sido uno de los principales retos para muchos de ellos. En el ambiente hogareño, las distracciones pueden estar presentes todo el tiempo, no todos los alumnos, e incluso, los profesores, tienen un espacio tranquilo y pacífico para estudiar, además de la ansiedad que genera estar en casa todo el tiempo.
Por otro lado, advierte Correa, tener parte de los estudiantes asistiendo a clase de forma remota y parte presencial, como es el caso de la educación híbrida, también trae desafíos específicos. “El docente puede proponer breves descansos de 10 o 15 minutos para que la clase se relaje en momentos estratégicos, también se puede incentivar la participación de los alumnos a través de juegos, preguntas y debates. Además, en el caso de la enseñanza híbrida, es importante tener cuidado de no dejar de lado a los estudiantes que asisten a clases de forma remota en favor de los que están presencialmente».
2. Evaluación sustantiva. Otro reto común en el ambiente remoto es la evaluación de los estudiantes, un lado fundamental en el proceso de aprendizaje, en adición con la garantía de la integridad académica. Y, no se trata solo de una calificación, puesto que es la la forma como el educador puede saber si el estudiante está absorbiendo o no los conceptos de las clases.
De acuerdo con Correa, en el caso de los exámenes, vale la pena limitar el tiempo que tienen los estudiantes para realizar los exámenes con una plataforma de evaluación. «El tiempo debe ser cómodo para los estudiantes que conocen el material, pero no tan generoso como para permitirles usar dispositivos electrónicos para encontrar las respuestas. Además, diseñar pruebas con
preguntas abiertas también ayuda en el proceso de aprendizaje», dice Correa.
La directora agrega que ha escuchado de instituciones aliadas sobre lo vital que es mantener los valores de la integridad académica como eje fundamental de los procesos formativos. Y es por eso que para evitar faltas a la integridad académica tienen las instituciones educativas están apelando a la creatividad, a través del diseño de tareas, proyectos y evaluaciones. De esta forma, se pueden evaluar conceptos más específicos y que promuevan el pensamiento crítico y el desarrollo del pensamiento original.
3. Conexión y accesibilidad. La calidad de conexión a internet y las computadoras de escritorio o laptops aún no son una realidad
para todos, de hecho, muchos estudiantes han estado dando seguimiento a sus clases a través de teléfonos móviles, por ejemplo, lo que ciertamente significa un reto para la educación remota. Los problemas de acceso y de conexión pueden ser difíciles de resolver, pero a menudo las instituciones y los maestros pueden no estar al tanto de dicho problema.
«Hablar con los estudiantes y entender cuál es su más grande dificultad actual y presentar alternativas como la entrega de actividades impresas para algunos estudiantes, si existe esta posibilidad, además del uso de apps de mensajería para enviar audios y videos, son soluciones a considerar”, dice Correa.
El cambio del entorno educativo presencial al online, y, actualmente, híbrido, fue repentino en el sector educativo. Los maestros han tenido que aprender a lidiar con la adversidad y encontrar nuevas formas de guiar a los estudiantes en el nuevo proceso de aprendizaje. Los problemas a los que se han enfrentado han sido variados, desde los relacionados con la conexión a internet, por otro lado, los padres también trabajando de forma remota, y toda la ansiedad generada por la pandemia ha requerido, y aún requiere, resiliencia y paciencia por parte de padres, alumnos y profesores.
Fuente: americaeconomia.com