La juventud de hoy es el futuro de mañana y en la construcción de un mundo mejor su formación es fundamental. Un informe publicado por la UNESCO advierte que es imprescindible lograr que la educación medioambiental sea un componente central del currículo escolar en todo el mundo de aquí a 2025. La publicación afirma que más de la mitad de los planes de estudio de casi 50 países no menciona el cambio climático, lo cual significa un gran impedimento para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030. Asimismo, el organismo internacional promueve un enfoque holístico de los problemas ambientales y considera que es necesario incluir el conocimiento de las comunidades indígenas dentro de estos programas educativos.
La UNESCO, el organismo especializado de las Naciones Unidas para la educación, considera que la formación es la máxima prioridad porque se trata de un derecho humano básico y el fundamento de la paz y el desarrollo sostenible. En este sentido, la entidad internacional advierte acerca de la necesidad de que la educación medioambiental tome la relevancia que merece a nivel mundial. Así lo afirma en el último informe publicado a comienzos del 2021 titulado: “Aprender por nuestro planeta. Una revisión global de cómo se integran los temas medioambientales en la educación”.
Es claro que no estamos haciendo las cosas bien: el 2020 fue el año más caluroso jamás registrado; un millón de especies están en peligro de extinción; el cambio climático es un hecho casi irreversible y hay evidencia científica de que estamos utilizando más recursos de los que el planeta puede generar cada año. ¿Algo más? La lista podría continuar y si seguimos viviendo como hasta ahora, necesitaremos tres Tierras en 2050. Sabemos que el modo en que vivimos actualmente no es sostenible. Es necesario un cambio urgente, pero un cambio duradero es imposible sin educación.
La investigación muestra que las y los estudiantes necesitan más apoyo para aprender y actuar en favor de nuestro planeta. La publicación presenta el grado de integración de las cuestiones medioambientales en las políticas y planes de estudio de la educación primaria y secundaria en 46 Estados Miembros de la UNESCO. Los resultados son poco alentadores ya que más de la mitad de las políticas educativas y los planes de estudio estudiados no mencionan el cambio climático. Además, sólo el 19% hace referencia a la biodiversidad.
Aunque el 92% de los documentos políticos y curriculares analizados incluían al menos una referencia a temas medioambientales, la profundidad de la inclusión era muy baja. Otro dato relevante que emergió de la investigación fue que en los planes de estudio se prestaba mucha más atención al «medio ambiente» que al «cambio climático» o a la «biodiversidad», ya que el 83% de los documentos analizados mencionaban el «medio ambiente» al menos una vez y el 69% la «sostenibilidad», mientras que el «cambio climático» y la «biodiversidad» sólo se mencionaban en el 47% y el 19% de los documentos, respectivamente.
Asimismo, el documento explica que el papel de las leyes medioambientales y de los programas y eventos intergubernamentales en el avance de los cambios políticos a nivel nacional es evidente a través de los cambios en los marcos utilizados en la política educativa. Otra de las grandes falencias encontradas es que se sigue haciendo hincapié en el aprendizaje sobre el clima y otras cuestiones medioambientales, en lugar de desarrollar también las competencias socioemocionales y de acción fundamentales para la acción medioambiental y climática. Por otro lado, se identificaron numerosos obstáculos logísticos, sociales y políticos para la inclusión de contenidos medioambientales en la educación, lo que sugiere la importancia del aprendizaje permanente y la necesidad de que la paz y la sostenibilidad medioambiental avancen juntas.
Pero no todas son malas noticias, los países han progresado en el tiempo, pero está claro que hay que hacer más para preparar a los alumnos con los conocimientos, las competencias, los valores y las actitudes necesarios para actuar en favor de nuestro planeta. Para contribuir a revertir esta situación el estudio realiza una serie de recomendaciones:
- Debería hacerse más hincapié en los temas medioambientales en la educación, con una necesidad particular de ampliar la integración del cambio climático y la biodiversidad.
- El aprendizaje medioambiental debería integrarse en todo el plan de estudios, con una pedagogía holística que vaya más allá de un enfoque exclusivo de conocimiento cognitivo y que tenga como objetivo involucrar a los estudiantes social y emocionalmente y en el aprendizaje y la participación orientados a la acción.
- Los planes sectoriales de educación deben incluir temas relacionados con el medio ambiente para mostrar una priorización de alto nivel, incidir en la orientación de los contenidos de aprendizaje y promover enfoques sectoriales integrales de la sostenibilidad.
- Todos los profesores y directores de escuela deben estar capacitados en Educación para el Desarrollo Sostenible, educación ambiental, el cambio climático y la biodiversidad. Deberían estar preparados para poner en práctica sus conocimientos en este ámbito utilizando enfoques de aprendizaje transformador
- El conocimiento indígena debería incluirse mejor en el aprendizaje medioambiental, con una amplia consulta a los grupos indígenas.
En este desafío todos los sectores pueden y deben aportar su granito de arena. La UNESCO concluye que los gobiernos, los responsables de las políticas educativas, los académicos y las partes interesadas en la educación y el medio ambiente deben seguir comprometiéndose con la Educación para el Desarrollo Sostenible antes de que sea demasiado tarde. Las y los alumnos de todo el mundo serán los agentes de cambio del futuro y para actúan en favor de nuestro planeta necesitan formación de calidad.
Fuente: diarioresponsable.com