- Novedosa iniciativa sigue el modelo de revistas científicas con revisión de pares
- En primer número hubo paridad entre hombres y mujeres y entre colegios públicos y privados
Eventualmente se publicarán trabajos de escolares de países de la región que pasen evaluación
Diez investigaciones científicas desarrolladas por escolares chilenos conforman el primer número de la revista Brotes Científicos, publicación en línea creada para divulgar el trabajo de estudiantes de educación básica y media siguiendo el modelo de revistas científicas con revisión de pares.
“una excelente iniciativa, que releva la importancia de difundir el conocimiento generado y adelanta al nivel escolar el desarrollo de la competencia de publicar”.
Paulette Conget, Universidad del Desarrollo
En 96 páginas, la primera edición de esta publicación bianual, lanzada el 28 de marzo, incluye nueve investigaciones en ciencias naturales y una en ciencias sociales escritas por 36 estudiantes, hombres y mujeres en partes iguales. Los autores pertenecen a cinco colegios públicos y cinco privados, de los cuales siete eran de las regiones del interior y tres de Santiago. Todos tuvieron un profesor/a de guía y siete contaron con un asesor científico.
Algunos temas abordados incluyen la diversidad de aves en la ciudad de Rancagua, el control natural del hongo de pudrición parda (Botrytis cinerea), el efecto del cultivo de salmones sobre el crecimiento del alga Gracilaria chilensis y el imaginario de distintos grupos etarios sobre el Territorio Antártico Chileno.
Junto con destacar la calidad de los 39 trabajos recibidos, José Luis Martínez, editor general de Brotes Científicos, destaca que los artículos son evaluados y seleccionados por un equipo de investigadores de las universidades de Santiago de Chile y Católica de Chile, creadoras de la revista con apoyo de Explora Conicyt.
Los editores reciben trabajos de estudiantes desde 5° de primaria a 3° de secundaria, cuyas edades estén entre 11 a 17 años.
«Es súper reconfortante que después de tanto trabajo bibliográfico y de laboratorio quede un registro escrito de nuestra investigación y se masifique más allá de los congresos y ferias científicas [escolares] donde la presentamos”, opina Francisca Bascuñán, coautora de un estudio sobre la resistencia del alga Ulva compressa a concentraciones de cadmio y arsénico provenientes de la minería en el norte de Chile.
“A nivel país hay poca difusión de la ciencia. Dar a conocer trabajos realizados no solo a nivel universitario permite motivar a las generaciones que vienen”, añade Rocío Barra, coautora del mismo trabajo, realizado mientras ambas estudiaban en el Liceo N°1 Javiera Carrera, de Santiago. Ahora ambas ya son universitarias. Francisca estudia ingeniería química y Rocío, periodismo.
Para la bióloga molecular Paulette Conget, investigadora y académica de la Universidad del Desarrollo y profesora de Ciencias del colegio privado La Girouette —que no participó en la primera edición— esta es “una excelente iniciativa, que releva la importancia de difundir el conocimiento generado y adelanta al nivel escolar el desarrollo de la competencia de publicar”.
Agrega que la revista podría ser un aporte a la formación en ciencias de niños y jóvenes “y debiera incentivar a estudiantes y profesores a realizar investigación empírica, dado que en los artículos se ve que no necesariamente se requiere una tremenda infraestructura, ni costosos recursos para generar conocimiento científico”.
Martínez es optimista. “A futuro esperamos tener tres o cuatro números al año e, incluso, recibir trabajos de otros países de la región. Si llega alguno será evaluado y si su calidad amerita publicarlo, será bienvenido”, adelanta.
Enlace a la revista Brotes Científicos (Volumen 1, Número 1, Año 2017)
Fuente: www.scidev.net