4 estrategias para motivar a los estudiantes en clase

Edith Gómez Benítez

Consultora REDEM – España

La responsabilidad de educar a un grupo de niños, jóvenes o adultos es lo suficientemente pesada como para que no todos se atrevan a hacerlo. Incluso, hay muchos que se inclinan por la docencia pensando que será una carrera fácil en comparación con las otras, lo que no toman en cuenta, es que ellos serán los encargados de formar -en gran parte- a muchos de los miembros de la sociedad del futuro cercano, mediano y a largo plazo.

Esto es una responsabilidad que no puede ser minimizada y mucho menos ignorada. Uno de los grandes retos de esta carrera no es solamente enseñar, sino servir como lazo entre el estudiante y el conocimiento. Si ese lazo está roto, la educación no será efectiva. Serán solo personas hablando acerca de teorías, fórmulas o hechos, mientras los estudiantes se convierten en simples observadores.

 Para mantener el lazo, es necesario que exista una motivación especial, que el hecho de educar sea una vocación y no una simple tarea que hayas elegido. Para comenzar, es necesario ser positivos acerca de los alumnos, es verdad que en el estudiantado hay una variedad tan amplia de caracteres y personalidades que resulta difícil lidiar con todos.

Para contagiar de esa motivación no basta solo con ser positivos, hay maneras de lograr conexión con los estudiantes sin necesidad de cruzar las líneas profesionales. A continuación, encontrarás algunas recomendaciones para que puedas motivar a tus estudiantes durante tus clases:

-Modela con el ejemplo: mencionamos anteriormente que es necesario que exista buena voluntad de parte de los profesores hacia los estudiantes. Es decir, que crean a sus alumnos capaces de alcanzar aquello que se propongan, en este caso, no solo alcanzar buenas calificaciones en clase, sino verdaderamente aprender lo necesario.

Es algo normal que no todos los alumnos sientan pasión o tengan curiosidad acerca de la materia que enseñas, pero tu puedes ser ejemplo de entusiasmo y buena actitud para que la mayor cantidad posible logre los objetivos propuestos.

-Nombra a cada uno: con esto nos referimos a que hagas lo posible por saberte sus nombres y todo lo que sea necesario para demostrar que los ves como individuos en vez de un grupo homogéneo. Esto les hará entender que te preocupas por cada uno individualmente y quieres que les vaya bien -por lo menos en tu materia-.

Esto también lo logras dedicando a cada uno algo de tiempo individualmente y conociendo sus debilidades, así como sus fortalezas para enfocarte en ellas.

-Utiliza distintos métodos de enseñanza y de evaluación: todas las personas somos diferentes, así que dale la oportunidad a la mayor cantidad posible de alumnos al implementar diferentes maneras de impartir los conocimientos y posteriormente de evaluarlos. No te enfrasques en pruebas escritas o exposiciones orales, en la actualidad hay muchos recursos disponibles de los que puedes tomar ventaja.

-Enseña tu asignatura con entusiasmo: todo va cambiando y la educación también. Con el Internet ya muchas personas piensan que no es necesario estudiar o saber nada, porque en caso de que lo necesitan bastaría con un clic obtenerlo. Es una manera un poco mediocre, pero te sorprendería la cantidad de personas que lo creen.

Una manera de hacerle frente a los estudiantes que piensan esto dentro de tu clase es demostrarles que tu asignatura es importante y darle las razones, usar ejemplos prácticos del día a día ya hacer que ellos también puedan aplicar esos conocimientos en distintos campos del estudio y la vida diaria. Para que puedas hacer esto es necesario que te mantengas en constante actualización y capacitación, de otra manera, la tecnología y los constantes cambios te dejarán detrás.

Quizá se te hace complicado llegar todos los días con una actitud de ganador para hablar con entusiasmo acerca de tu materia, eso requiere un esfuerzo consciente. Para hacértelo más fácil, lee estas frases para comenzar el día, para que puedas tener algo de motivación extra.

Cada asignatura es diferente, así como los comportamientos dependiendo de las zonas geográficas o de las edades a quienes les enseñes, pero las recomendaciones brindadas anteriormente funcionan en la mayoría de los casos cuando son bien ejecutadas.