Jesús Alberto Paiba Samamé
Consultor REDEM – Perú
«Lo principal para nosotros es no ver lo que se halla vagamente a lo lejos, sino lo que está claramente a mano». (Thomas Carlyle»
Como parte de mis actividades de lectura fuera del aula, encomiendo a mis estudiantes que siguen estudios superiores algunos libros de autoayuda que les permitan; por un lado, desarrollar su competencia lectora y por otro, que el diálogo con este tipo de textos les sirva para que enfrenten con mayores y mejores herramientas las dificultades, obstáculos y preocupaciones que se les van a presentar en sus vidas. Uno de los libros que mejor aceptación y comentarios ha generado entre ellos es el del autor norteamericano Dale Carnegie, titulado: “¿Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida?”(1), publicado en 1948.
En la primera parte del mencionado libro, “Datos fundamentales que debe saber acerca de la preocupación”, se exponen tres reglas fundamentales que debemos considerar para controlar “la preocupación”. Recordemos que ésta es inherente a nuestra vida; es decir, no podemos obviarla, pero sí controlarla. Al respecto, el premio Nobel de Medicina de 1912, Alexis Carrel, dijo: «Aquellos que no saben cómo combatir la preocupación mueren jóvenes»; por otro lado, si usted es de las personas que valora mucho su imagen y cuida de su apariencia, entonces considere que “la preocupación” aja el rostro. Nos hace apretar las mandíbulas y surca nuestros rostros con arrugas. Nos crea un ceño permanente. Hace que nuestros cabellos se vuelvan grises, y, en ocasiones, hasta que caigan. Puede echar a perder el cutis y hasta provocar toda clase de manchas, erupciones y granos.
PRIMERA REGLA: “VIVA SOLAMENTE EL DÍA DE HOY. NO VIVA EN EL AYER NI EN EL MAÑANA”
Algunas personas desperdician la mayor parte de las 24 horas de su valioso día en situaciones o problemas que ocurrieron en el pasado; lo único que están logrando es vivir del pasado – o dicho de otro modo -, actualizan constantemente aquellos malestares del ayer, por lo tanto no pueden vivir el presente con optimismo y alegría. Por otro lado, existen también quienes viven en el mañana que no es lo mismo que “pensar en el mañana”, me refiero de aquellos que viven solo imaginando el futuro sin poner los pies sobre la tierra. Y para aquellos que gustan de las metáforas aquí les va una: “Casi todos nosotros nos lo pasamos preocupándonos por la mermelada de ayer y por la de mañana, en vez de untar ahora mismo la mermelada en nuestro pan”.
SEGUNDA REGLA: “HAGA FRENTE A LOS PROBLEMAS”
Si hacemos las cosas al revés – que es lo más común en estos tiempos -; es decir, evadimos los problemas que se nos presentan trae consigo consecuencias más lamentables y de difícil solución; en cambio, si afrontamos los problemas lo más probable es que un primer momento pensemos que las cosas ya no tienen solución, pero el solo hecho de haberlas encarado, genera en la persona una conflicto que se mueve entre el hacer o el no hacer. También es importante mencionar que la aceptación de lo que ha sucedido es el primer paso para superar las consecuencias de cualquier problema. Aquí, permítanme compartirles una fórmula para resolver situaciones de preocupación propuesta por el científico norteamericano, inventor del acondicionador de aire, Willis Carrier: primero, pregúntese ¿qué es lo peor que puede sucederle? (como consecuencia del problema); segundo, prepárese aceptar dicha situación, si ello es necesario y por último, proceda tranquilamente a mejorar lo peor.
TERCERA REGLA: “RECUERDE EL PRECIO EXORBITANTE QUE PUEDE PAGAR CON SU VIDA Y SALUD, POR LAS PREOCUPACIONES”
El miedo causa preocupación. La preocupación pone a uno tenso y nervioso, afecta a los nervios del estómago, cambia los jugos gástricos de normales a anormales y frecuentemente provoca úlceras estomacales. ¿Cabe considerar pagar el éxito, la prosperidad en los negocios con úlceras de estómago y perturbaciones del corazón?, ¿Qué consigue una persona si gana el mundo entero y pierde la salud? El Dr. William I. L. McGonigle dijo en un informe ante la Asociación Dental Norteamericana que: «las emociones desagradables, como las causadas por la preocupación, el miedo, el enfado… pueden trastornar el equilibrio del calcio en el organismo y originar las caries». El Dr. McGonigle se refirió a un paciente que tuvo una dentadura perfecta hasta que comenzó a preocuparse ante la repentina enfermedad de su esposa. Durante las tres semanas que duró la permanencia de ella en el hospital, este hombre tuvo nueve caries. Eran caries causadas por la preocupación.
Ya lo sabe estimado lector, los libros de autoayuda puede ser de gran utilidad siempre y cuando pongamos en práctica las recomendaciones y consejos que los especialistas nos sugieren. Finalmente, si usted es de las personas que no cree en este tipo de lecturas; por lo menos considere la posibilidad de que existen otras formas de enfrentar los problemas y preocupaciones que la vida nos presenta.
(1) Carnegie, D. (1948). ¿Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida? Argentina: Editorial Sudamericana.
Texto completo en: https://formandolanube.com/pdf/Carnegie_Dale__como_suprimir_las_preocupaciones_y_disfrutar_de_la_vida.pdf