La digitalización, la inclusión de la perspectiva de género y la movilidad de docentes, entre otras propuestas, conducirán a construir sociedades más justas, equitativas, inclusivas y sostenibles.
Los últimos años han sido de acelerada transformación en los ámbitos educativo y científico en Iberoamérica: la matrícula de educación superior continúa en aumento, el uso de la tecnología se hace cada vez más presente en la enseñanza, y la pandemia de covid-19 centró la mirada en el valor social del desarrollo científico.
Con la realización del Foro Iberoamericano de Educación Superior y Ciencia, en noviembre del 2021, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) dejó inauguradas las Mesas Técnicas de Trabajo. El propósito era reflexionar sobre el estado de situación de la ciencia y la educación superior, así como de producir recomendaciones estratégicas e innovadoras que puedan ser tomadas en cuenta en las agendas de Iberoamérica.
Durante cuatro meses, más de 25 instituciones de República Dominicana y más de 150 expertos y líderes educativos de la región, debatieron sobre la digitalización en la educación superior, la internacionalización y la movilidad académica, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la vinculación entre universidad y ciencia.
Fruto de este proceso consultivo, participativo y plural, y junto a un levantamiento estadístico realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, de Argentina, desde la OEI ponemos en sus manos el informe Diagnóstico sobre la educación superior y la ciencia post covid-19 en Iberoamérica. Perspectivas y desafíos de futuro, una lectura recomendada para toda persona comprometida con la mejora de la calidad de la enseñanza superior y la producción científica en nuestra región.
Las instituciones de educación superior están llamadas a contribuir al desarrollo sostenible
A continuación, comparto diez de las principales propuestas para el fortalecimiento de la educación superior y la ciencia en Iberoamérica que quedan conmigo tras la lectura del libro:
- Asumir la educación superior como un derecho fundamental en el marco del aprendizaje a lo largo de toda la vida y de su reconocimiento como motor del desarrollo justo y equitativo de nuestros países. Por ello, es imprescindible también priorizar la inversión en ella.
- Es necesario avanzar en el fortalecimiento de la digitalización en la educación superior en toda la cultura institucional, así como en los procesos administrativos y académicos en todas las modalidades de enseñanza. Se contribuye así a una enseñanza superior desde una perspectiva de innovación y democratización del conocimiento, y a procesos de gestión transparentes y de calidad.
- Avanzar hacia una internacionalización de la educación superior que permee todo el quehacer institucional (formación, investigación, gestión y vinculación) y que se caracterice por un sentido transformador de las personas, de las sociedades y de las propias instituciones.
- Reforzar el desarrollo de las competencias necesarias para la formación profesional (estrechando vínculos entre universidad y un mercado de trabajo en permanente cambio) y, sobre todo, fortalecer el papel de la educación superior en la formación de una ciudadanía comprometida con la transformación social.
- Considerar la movilidad académica de docentes y estudiantes, en modalidad presencial y virtual, como una importante estrategia en el marco de la internacionalización y para la consolidación de una ciudadanía iberoamericana.
- Las instituciones de educación superior están llamadas a contribuir al desarrollo sostenible. Por ello, por ejemplo, la formación docente debe incluir la vinculación entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus áreas de conocimiento, y promoverse líneas de investigación específicas relacionadas con esta agenda.
- Consolidar un sistema regional de indicadores para el aseguramiento de la calidad de la enseñanza (presencial, virtual, a distancia e híbrida), la investigación y la extensión, a fin de asegurar la cualificación acorde a un entorno cada vez más global y cambiante.
- Fortalecer la producción del conocimiento científico como motor de desarrollo social y bienestar colectivo. Para ello, es necesario estrechar la vinculación entre ciencia y políticas públicas, y ampliar los mecanismos de financiación científica tanto desde los fondos estatales (diversificando las subvenciones), como desde la cooperación internacional y el sector privado.
- Elevar la calidad de las revistas académicas regionales y los mecanismos de difusión de la ciencia y de transferencia del conocimiento.
- Incluir la perspectiva de género en las políticas nacionales y regionales sobre ciencia, tecnología y educación superior, garantizando así la participación y permanencia de las mujeres en la ciencia y contribuyendo a la construcción de conocimientos para la igualdad.
En la OEI estamos seguros de que la puesta en marcha de estas propuestas conducirá a una educación superior y un conocimiento científico que contribuyan a construir sociedades más justas, equitativas, inclusivas y sostenibles en nuestra región. Esto es el punto de partida de la estrategia Universidad Iberoamérica 2030, que busca consolidar un espacio compartido de generación, intercambio y transferencia de conocimientos para impulsar el desarrollo y bienestar de toda Iberoamérica.
Fuente: Elpais.com